En paralelo al aumento del interés en el uso de psicodélicos para tratar padecimientos de salud mental, en Argentina se registró una mayor demanda en el uso de psicofármacos durante los últimos dos años. Así lo indica un informe presentado por el Observatorio de Salud, Medicamentos y Sociedad de la Confederación Farmacéutica Argentina donde se puede observar un incremento en el consumo de antidepresivos, entre otros psicofármacos.
Al mismo tiempo, aumenta la tendencia del uso de sustancias psicoactivas (SPA) como el MDMA en contextos de nocturnidad, como pubicamos. Esta tendencia también se puede ver reflejada en la cantidad de búsquedas que obtuvo la plataforma web de Toxibot y la Asociación de Reducción de Daños de Argentina (ARDA) donde se alojan más de 1.000 testeos de SPA. En 48 horas hubo casi 2.000 búsquedas. Además, un informe del Observatorio de la Sedronar informó que el consumo de éxtasis entre jóvenes se incrementó casi un 200% entre 2010 y 2017.
En los tres casos hablamos de SPA que tienen efectos sobre el sistema serotoninérgico. La serotonina desempeña una amplia variedad de funciones en el cerebro, desde la regulación intestinal, la temperatura corporal, la percepción del dolor hasta el sueño. Pero quizás sea más conocida por su papel en la regulación del estado de ánimo. Los niveles bajos de serotonina se asocian con la depresión y los medicamentos antidepresivos intentan aumentar esos niveles a través de una variedad de mecanismos farmacológicos.
En el contexto que acabamos de describir, resulta importante conocer los riesgos de toxicidad que tiene el uso de drogas que afectan el sistema serotoninérgico y el riesgo que supone la combinación de psicofármacos y psicodélicos, o diferentes sustancias entre sí. El cuadro de afectación de este sistema por excelencia se conoce como “síndrome serotoninérgico”.
Si hacemos el ejercicio de googlearlo, nos vamos a encontrar con artículos académicos orientados a psiquiatras y con noticias de corte prohibicionista que msencionan este síndrome para estigmatizar a las drogas de diseño usadas en fiestas de música electrónica. En esta nota introductoria veremos cómo reconocerlo, por qué se produce, cómo puede gatillarse y de qué manera se aborda.
¿Qué es el síndrome serotoninérgico?
Brenda Farinelli es médica especializada en emergentología. Además forma parte del equipo que lleva adelante intervenciones de reducción de daños desde ARDA, con la instalación de dispositivos de salud.
Consultada por Mate, definió el síndrome serotoninérgico como un conjunto de signos y síntomas producidos por una excesiva estimulación de receptores serotoninérgicos que están localizados en todo el cuerpo y principalmente en el sistema nervioso central.
Estos receptores que se ven afectados son los encargados de modular la liberación de varios neurotransmisores y hormonas, que desempeñan funciones cruciales ens procesos biológicos y neurológicos, como la regulación del estado de ánimo, la regulación del sueño, el control del apetito y la digestión, o la modulación de la actividad motora, entre otras.
Cómo podemos reconocer un síndrome serotoninérgico
A nivel sintomático, la integrante de ARDA explicó que el síndrome serotoninérgico se caracteriza por presentar una tríada compuesta por alteraciones del estado neurológico, muscular y autonómicas. Estas últimas son las que regulan de manera involuntaria numerosas funciones vitales del organismo, como la presión arterial, la temperatura corporal, la digestión y el ritmo cardíaco, entre otras.
Entonces, ¿a qué síntomas físicos debemos prestar atención para reconocerlo? Según la especialista: “la persona puede presentar un cuadro de temblores en todo el cuerpo, contracciones involuntarias de los músculos (mioclonías), dilatación del diámetro de la pupila del ojo (midriasis), sudoración excesiva (diaforesis), taquicardia, aumento anormal de la frecuencia respiratoria (taquipnea), aumento anormal de la temperatura corporal (hipertermia) y respuestas hiperactivas y rápidas o repetitivas, de los músculos esqueléticos a un estímulo (hiperreflexia)”.
En casos sin complicaciones graves, los síntomas pueden tardar alteredeor de 24 horas en irse.
¿Qué produce el síndrome serotoninérgico en el cerebro?
“Para entender lo que pasa conviene pensar al cerebro como una red de sistemas. En el cerebro hay un montón de neuronas y cada una libera un neurotransmisor distinto: algunas liberan serotonina, otras dopamina, otras glutamato, etc. El síndrome serotoninérgico ocurre cuando tenemos un exceso de serotonina, que activa un montón de sistemas que naturalmente se están contrarregulando”, dice el Dr. en Ciencias Biológicas Ignacio Juré, quien además estudia la neurobiología de las sustancias psicoactivas.
Primero veamos qué pasa cuando alguien tiene una liberación excesiva de serotonina dentro de un rango normal. Supongamos que una persona toma una dosis media de MDMA, y esto genera un leve aumento en los niveles de serotonina. Naturalmente esa estimulación va a ser contrarrestada por otros neurotransmisores, por ejemplo, el neurotransmisor GABA, que es inhibitorio.
“De alguna manera tenemos algún efecto de estimulación, por eso sentimos el efecto de la droga, pero no se genera un estado de desregulación general del cerebro, porque si bien se estimula un sistema (en este caso el serotoninérgico) también hay otros sistemas que están frenando esa estimulación y en general hay un equilibrio en la función cerebral”, asegura Juré.
Cuando ocurre un síndrome serotoninérgico, la cantidad de serotonina generada es tanta que satura todos los sistemas contrarreguladores y el cerebro entra en desequilibrio total.
En palabras del especialista: “ya no es sólo el sistema serotoninérgico el que está hiperestimulado, hay otros sistemas que fueron estimulados por el serotoninérgico y que también se disparan a toda marcha. Esto genera un estado de hiperexitabilidad general del cerebro que trasciende los circuitos serotoninérgicos. Ahí es cuando se generan efectos clínicos como convulsiones, alucinaciones, movimientos involuntarios, aumento de la temperatura corporal, etc”.
En resumen: uno de los sistemas se encuentra totalmente desbordado y los mecanismos contrarregulatorios que tenderían a estabilizar la función cerebral, no son suficientes. Por eso todo el cerebro entra en estado de hiperexcitabilidad.
¿Qué cosas generan un síndrome serotoninérgico?
Se puede producir combinando diferentes psicofármacos antidepresivos, como los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS) con inhibidores de la monoaminoxidasa (IMAO). “De hecho es una de las precauciones que tienen todos los psiquiatras a la hora de recetar antidepresivos”, aclaró Juré y señaló que “combinando esas drogas con drogas de diseño (como el MDMA) también puede pasar. Sin embargo es poco frecuente y depende de la predisposición de la persona, no solo de la droga y la dosis”.
“La causa más común del síndrome serotoninérgico es una sobredosis de medicamentos o SPA que sean liberadores de serotonina, así como la mezcla de estos psicofármacos o SPA entre sí”, aseguró por su parte la médica especialista en emergencias e integrante del equipo de ARDA.
Los antidepresivos, antipsicóticos, antieméticos, antimigrañosos y algunos opioides, son fármacos que aumentan los niveles de serotonina en el sistema nervioso central. Este tipo de medicamentos pueden generar una interacción no deseada si se mezclan entre sí o con otras sustancias liberadoras de serotonina como el MDMA, la cocaína o el LSD.
¿Cuál es la forma correcta de abordarlo desde la reducción de daños?
La cultura prohibicionista imperante pone barreras a la información sobre uso de las drogas, aumentando las posibilidades de que las personas pueden estar haciendo un uso desinformado de SPA liberadoras de serotonina. Y aunque es muy poco frecuente, en ocasiones este síndrome puede ser potencialmente mortal, sobre todo si no se aborda a tiempo. Punto para los dispositivos de atención en fiestas, que desde una mirada de reducción de riesgos están formados para identificar este tipo de cuadros en contexto de nocturnidad.
“Tenemos que entender al promotor de reducción de daños como un promotor de salud, que está capacitado para poder identificar una emergencia médica”, recordó la médica integrante de ARDA y continuó señalando que “en el momento de hacer la atención primaria al paciente, es importante tener información segura respecto a qué sustancia consumió, si las mezcló con algo, si hace uso diario de alguna otra medicación y si tiene alguna enfermedad de base conocida”. Esta información se puede obtener conversando con uno de los acompañantes que asistieron a la fiesta junto con la persona afectada.
En un dispositivo, la atención primaria debe estar basada en mantener al paciente en una posición de seguridad, dependiendo del nivel de conciencia que tenga en el momento. Además debemos garantizar con métodos físicos que la persona no pierda calor, pero tampoco tenga un excesivo aumento de la temperatura corporal.
“Debemos proceder a evaluar el nivel de conciencia del usuario, si puede comprender las preguntas que le hagamos, si está ubicado en tiempo y espacio, si sabe quién es, y si responde a estímulos sonoros y del dolor. A nivel autonómico debemos tomar los signos vitales, como la frecuencia cardíaca, frecuencia respiratoria, saturación de oxígeno, tensión arterial y temperatura”, detalló la profesional.
Además remarcó que “sobre todo es importante entender que en un dispositivo de reducción de daños, donde las herramientas son limitadas, tenemos que poder reconocer alteraciones de conciencia y de los signos vitales importantes de forma temprana. También los posibles antecedentes de salud que puedan ser un factor de riesgo, porque en ese caso habrá que solicitar auxilio de un sistema de emergencia y que la persona sea atendida en un hospital”.