El anuncio fue realizado tras una reunión encabezada por el presidente de la Cámara de Diputados, Gustavo Hein, junto a los ministros de Salud, Daniel Blanzaco, y de Desarrollo Humano, Verónica Berisso.
Durante el encuentro, se adelantó la creación de un observatorio en salud mental y la jerarquización institucional de la Dirección del área de Salud Mental al interior del Ministerio de Salud, que ahora pasará a ser Dirección General.
Según Blanzaco, el objetivo es coordinar estrategias junto a otras áreas del Estado, como Educación y Seguridad. Esto último resulta llamativo, ya que los problemas de salud no requieren un abordaje securitario sino sanitario, aunque en un contexto punitivo resulta clave la formación de las fuerzas de seguridad para la atención adecuada de personas intoxicadas o que atraviesas crisis de salud mental.
Desde el Ministerio de Salud se advirtió que Entre Ríos presenta “una de las estadísticas más altas en suicidios”, junto a preocupaciones en torno al uso problemático de sustancias. Pese a ello, las autoridades no detallaron si se adoptarán abordajes basados en reducción de daños, o si se destinarán recursos para equipos interdisciplinarios en territorio, dos pilares reconocidos a nivel internacional como claves para una atención respetuosa y eficaz.
En tanto, la ministra Berisso sostuvo que su cartera “colaborará con acciones preventivas”, aunque dejó en claro que la conducción técnica de la estrategia recaerá sobre el Ministerio de Salud.
La puesta en marcha de una mesa intersectorial representa una oportunidad para avanzar hacia políticas más integrales y sensibles a las realidades diversas de quienes atraviesan padecimientos subjetivos o consumos problemáticos. No obstante, será fundamental que estas acciones se sostengan con presupuesto, participación de las comunidades y un enfoque alejado del paradigma punitivo, que históricamente ha generado más daño que soluciones.