Por Amira Lenzi Colman
Es de noche, el calor y el insomnio arrasan sobre mi cuerpa. El ambiente: re denso. La ventana está abierta para que entre alguna brisa, aunque no suceda. La habitación está oscura. Sólo ingresa la luz de la luna.
Hay una cuerpa desnuda tirada sobre la cama. Una cuerpa desnuda que safa del calor.
Son las 4 de la mañana y todavía no me puedo dormir. Pasan muchas cosas por mí cabeza. Pasan por mi mente muches cuerpes: pintó una paja. Me quedo con une. La comisura de unos labios pintados de color rubí, unos ojos chinos. El humo de un faso que roza un cuello. Un corte carré escondido tras una oreja. Mi imaginación fluye.
Mis senos están duros, las caderas son igual a la curva de una guitarra. Mis dedos recorren los pezones dormidos. Giran alrededor de la aureola, las uñas acarician el pezón. De toque se paran. La otra mano agarra toda una teta, la aprieta. Los dedos de los pies se doblan, las piernas se relajan. Mis vagina empieza a humedecerse.
Vuelan mis recuerdos: mi boca y su boca se besan. Las lenguas juegan. Una boca abierta, una lengua entra y sale. Mis dientes mordiendo sus labios. Ambas estamos mojadas.
Mis piernas comienzan a separarse. Mi mano izquierda presiona levemente mi pezón parado, toda la aureola erizada. Mi columna se relaja y se estira. Mi cuerpa se desparrama por toda la cama. Mi mano derecha comienza a bajar, acariciando mi cadera, rozando mi panza. No paro de pensar en su vagina empapada en mis dedos, en mi lengua.
Mis dedos llegan a la pelvis, pasan por el ombligo. Acarician los vellos púbicos. Mis dientes muerden los labios. El dedo mayor y el índice comienzan a bajar, llegan al clítoris. Se mueven de forma circular. La otra mano comienza a bajar.
Mis ojos están cerrados, siento que vuelvo. Mi cuerpa está bañada en sudor. Mis dedos están mojados. Mi concha está abierta como una flor. Mis dedos masajean mi clítoris, mí otros dedos se introducen a mi vagina.
Ambas manos comienzan a moverse al mismo ritmo. Entran y salen mis dos dedos al mismo tiempo que los otros se mueven en círculos. Los dedos mojados, el clítoris duro que da placer hasta la nuca. La espalda, que acompaña a la cuerpa, se retuerce del placer. Mis labios mojados que acompañan todo el movimiento. Los pies y los dedos se doblan al ritmo de la cuerpa, con la misma intensidad que las manos.
Estoy llegando al clímax, me acuerdo de ella al acabar. Recuerdo sus gemidos, su respiración, sus movimientos. Mi cuerpa ya no siente el calor, ya no siente la cama. Mi cuerpa siente que vuela. Mis ojos están cerrados, mi mente ve distintos colores, yo me dejo llevar.
El orgasmo se está acercando. Mis manos salen de mi vagina, agarran una teta, la aprietan. El clítoris se sigue moviendo al compás de los dedos. La respiración está acelerada.
Mi nuca se queda dura, la última tensión. Mis piernas quedan paralizadas. Mis dedos intensifican el movimiento. Mis pezones: duros. Mi corazón acelera las pulsaciones, se siente en toda mi cuerpa. Estallo y acabo. Mis extremidades se relajan.
Los labios se contraen, el clítoris también. Los ojos nunca se abrieron, las piernas se cruzan. La cuerpa se pone de costado. La respiración es profunda, el ritmo de los latidos del corazón volvió a la normalidad aunque toda la cuerpa los siente.
Estoy relajada, mi cuerpa lo siente. Me tapo con la sábana, ya no siento calor. Me quedo profundamente dormida.