En los últimos días por diferentes medios de comunicación, se ha puesto en debate el uso de cigarrillos electrónicos —a raíz de la reciente disposición del Ministerio de Salud en Argentina—con la resolución 565/2023 donde se establece la prohibición de los sistemas o dispositivos electrónicos destinados a inhalar vapores o aerosoles de tabaco, denominados habitualmente como “Productos de Tabaco Calentado” (PTC), que consisten en una barra de tabaco (HeatStick) y un dispositivo de calentamiento alimentado por batería.
La decisión fue llevada adelante por el ministerio con el argumento de que estos dispositivos contienen componentes nocivos que pueden tener un impacto en la salud pública. ¿Es así?
Los cigarrillos electrónicos (CE) reciben en el mercado diferentes nombres, así como una variabilidad en sus voltajes y potencia, algunos ofrecen la posibilidad de agregar contenidos graduados de nicotina, así como otros permiten agregar componentes del cannabis, cannabinoides, como THC y CBD. Estos últimos han tenido una gran aceptación en el mercado, ya que logran disimular los olores y las emisiones de gases muy volátiles, desapareciendo rápidamente en el aire.
Pero además de nicotina o cannabinoides ¿Qué otros componentes tienen estos dispositivos? ¿Por qué esta alternativa para muchos fumadores de tabaco o usuarixs médicos de cannabis, fue prohibida en Estados Unidos, en algunos países de la Unión Europea y más recientemente en Argentina?
¿Una opción para dejar el cigarrillo convencional?
Diferentes estudios han indagando sobre los componentes presentes en los vapeadores, los mecanismos de calentamiento que usan y el impacto sobre la salud de lxs usuarixs. Estos dispositivos lograron posicionarse con éxito dentro de lxs consumidorxs de tabaco que buscaban dejar de fumar, ya que los que contienen e-liquid o líquidos para CE, daban la posibilidad de elegir variados sabores, además de una sensación de abandonar escalonadamente el tabaco.
Algunos estudios han demostrado que el efecto para dejar de fumar puede ser igual al de un parche de nicotina, como lo demostró un estudio aleatorizado. El riesgo de los vapeadores que funcionan con e-liquid está en su elaboración con sustancias que el usuario desconoce o el proveedor no informa correctamente, más allá del contenido de nicotina, cannabinoides y/o algunos saborizantes.
¿Cómo es el mecanismo de funcionamiento de los CE?
Infografía cortesía Diario la Voz.
Los CE están compuestos por 3 elementos: la batería, el atomizador y el cartucho. Estos 3 elementos se ensamblan unos con otros y forman un dispositivo que tiene el aspecto de un cigarrillo, USB, lápiz (pen), de tanque etc.
El cartucho está cargado con líquido que puede contener diferentes sustancias que buscan volatizar y vehiculizar ya sea nicotina o cannabinoides. Son las sustancias coadyuvantes las que resultan más nocivas para la salud, entre ellas tenemos dos que se encuentra en la mayoría de estos productos: glicerina y propilenglicol.
El Propilenglicol es un irritante respiratorio que puede causar tos, una bocanada de e-liquid puede producir de 430mg a 600mg de este compuesto, lo suficiente para irritar los pulmones. Por su parte, la Glicerina inhalada puede formar acroleína y acetaldehído como producto de su degradación al someterse a calor. Estos componentes causan enfermedades pulmonares graves, en especial el acetaldehído que se clasifica como un cancerígeno.
¿Qué dicen los estudios de los componentes?
Diversos estudios a nivel mundial han analizado riesgos asociados a los compuestos químicos de los C.E y cigarros convencionales, sin embargo, el 34% presentan conflicto de intereses, es decir están financiados por empresas productoras de los mismos.
Sin embargo un estudio realizado en 2020, centrado en analizar los compuestos exclusivamente de CE, relacionados con el potencial genotóxico (mutaciones genéticas) y carcinógeno de sus componentes, no posee conflicto de intereses y reportó más de 49 sustancias nocivas que podían producir cáncer de ovario, útero, pulmón, vejiga, esófago y estómago, entre otros.
Otro estudio realizado en el mismo año, demostró que los mecanismos de calentamiento de estos CE son capaces de emitir partículas metálicas como estaño, cromo, plomo y cadmio, los cuales también son clasificadas como nocivas para la salud, según la FDA (Food and Drug Administration) de EE.UU.
¿Los CE que contienen THC/CBD son mejores?
Los niveles de toxicidad de los CE desencadenaron en Estados Unidos un brote de casos de EVALI (Lesión Pulmonar asociada al Cigarrillo electrónico o al vapeo) en el 2019, afectando la salud de más de 2807 pacientes que resultaron internadxs y en muchos casos fallecidxs.
Posteriormente, estudios realizados por la FDA y Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés) demostraron la presencia de acetato de vitamina E en los productos de vapeo usados por lxs pacientes afectadxs y se destacó el hallazgo de THC en el 82% de las muestras tomadas de pacientes que cursaban la enfermedad; así como 57% consumían nicotina y otro 41% usaba ambos tipos de líquidos.
También se encontró VEA una forma sintética de la vitamina E, que tiene una apariencia similar al aceite de vapeo de cannabis, y que comúnmente se agrega a los líquidos de vaporizadores de THC como agente de corte para reducir costos.
¿Qué hay entonces de vaporizar para el uso medicinal de cannabis?
Existe un boom de los productos derivados de cannabis que persigue la novedad y que, ante la falta de investigaciones sobre estabilización de los productos de cannabis y el comportamiento con otras sustancias, puede derivar en preparaciones que no sean apropiadas para el consumo humano.
Lo que sí es cierto es que los cannabinoides por vía inhalada tienen un gran potencial terapéutico, sin ninguna sustancia agregada. Para usar esta vía de administración se deben cumplir algunas condiciones y emplear vaporizadores adecuados, que nos permitan obtener el mayor rendimiento y efecto beneficioso para la salud.
En cuanto a los vaporizadores de hierba que nos van a permitir inhalar sin combustión cannabinoides y terpenos, tenemos dos tecnologías distintas y son las más recomendadas para seleccionar si buscamos un efecto terapéutico.
Por un lado, tenemos vaporizadores por conducción y por el otro, vaporizadores por convección. Los primeros son dispositivos que cuentan con una cámara donde se almacena la hierba, esta cámara está contigua a un hornillo que provee de calor las paredes de la recamara a temperaturas por debajo de los 220°C grados. Este calentamiento libera vapores que resultan más suaves y convenientes para el cuidado de las vías respiratorias. Quizás podríamos decir que uno de los contras de este tipo de dispositivos es que en ocasiones la hierba no se quema de manera uniforme, ya que el calentamiento es solamente sobre las paredes.
Infografía de Ignacio Albornoz (@jovenbuda).
Por otro lado, la convección resulta el único método de vaporización certificado en la actualidad para cannabis medicinal, ya que cumple con los estándares científicos. Este es el vaporizador conocido bajo la marca “Volcano”, con su funcionamiento por convección, es un mecanismo no pirolítico —ya que este dispositivo no calienta directamente la hierba— sino que va a calentar el aire que circula y éste le da temperatura a la hierba para obtener un vapor con un alto rendimiento de cannabinoides y terpenos. Así se evita la formación de productos de combustión peligrosos y se proporciona una temperatura muy baja en la inhalación, siendo ideal para tratamientos pediátricos y veterinarios.
Este sería el tipo de vaporizador indicado para el acompañamiento a pacientes, mientras que los vaporizadores por conducción quizás sean más convenientes para el uso adulto o para terapéuticas más suaves, donde el paciente no tenga compromiso de las vías aéreas.
Debido a la marea de sobreinformación, el marketing y la notable pérdida de mercado de la industria tabacalera, se suele generar confusión a la hora de elegir un producto, fundamentalmente porque el término vapeador o vaporizador es ambiguo.
Sepamos que todos aquellos dispositivos que requieran un calentamiento de líquidos e-liquids son los menos recomendables y más peligrosos. Esta nocividad aumenta al agregar componentes como el THC, que requiere el acompañamiento del acetato de vitamina E.
Sepamos entonces, que todos aquellos dispositivos que requieran un calentamiento de líquidos e-liquids son los menos recomendables y más peligrosos. Además. debemos saber que esta nocividad aumenta al agregar componentes como el THC, que requiere el acompañamiento del acetato de vitamina E, siendo este tipo de CE los que estarían alcanzados por la reciente prohibición del Ministerio de Salud argentino.
Por otro lado tenemos a los vaporizadores de hierba o extracciones de la planta de cannabis, que no se deberían ver alcanzados por la legislación, al estar amparado su uso para quienes poseen Reprocann. Como calientan de forma indirecta la planta son los menos nocivos, por no usar ningún aditivo para su inhalación y son contemplados dentro del uso médico.
Identificar los distintos dispositivos nos ayuda a buscar la mejor opción para nuestras vías respiratorias y, sobre todo, saber cuáles son nuestros derechos en materia de salud frente a las nuevas legislaciones.
FUENTES
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