El gobernador de Tucumán, Osvaldo Jaldo, fue noticia nacional el lunes cuando anunció la polémica decisión de prohibir las fiestas de música electrónica en toda la provincia. En 48hs dio marcha atrás, pero avisó que este tipo de eventos seguirán suspendidos hasta que se cree un registro de productoras y un protocolo de seguridad “para cuidar la vida y la salud de los tucumanos”. La pregunta sigue siendo: ¿sirve enfatizar sólo en el eje securitario para garantizar el cuidado de las personas que asisten a este tipo de fiestas?
Un poco de contexto
El fin de semana anterior a las declaraciones de Jaldo iba a realizarse en Tafí Viejo la novena edición de “Proyecto Aborigen”. Tres días antes, la productora comunicó que mudaba el festival de ubicación porque no conseguía los permisos. Pero ese mismo viernes por la noche, la Policía provincial y Defensa Civil los obligó a cerrar las puertas. Los organizadores difundieron videos del momento de la clausura y anunciaron la postergación del evento.
Eduardo Mesón, dueño del club afectado por el cierre, declaró en La Gaceta que la propia policía les informó que “desde Casa de Gobierno dijeron que no se iba a autorizar ninguna fiesta de música electrónica. Nos dijeron que no nos iban a dar un permiso policial a pesar de que estaba todo en regla”. Y añadió: “ahora entendemos que era una orden de Jaldo. El local estaba habilitado, pero llegó un hombre de Defensa Civil para advertir que si el local se abría específicamente para música electrónica lo iba a clausurar y así lo hizo”.
El lunes siguiente en la conferencia de prensa, Jaldo se mostró preocupado por “los riesgos que estos eventos representan para la salud y la seguridad” y subrayó que “en esas fiestas mayoritariamente se vende droga”. Cerró la conferencia agregando que “cualquier futura autorización dependerá de que los organizadores asuman la responsabilidad de los eventos y respondan ante la justicia si se presentan problemas relacionados con el consumo de sustancias”.
Nadie puede negar que pedir responsabilidad a las productoras es un punto clave, pero la pandemia demostró que prohibir los eventos sólo genera circuitos clandestinos y mayores riesgos para las personas que deciden asistir.
Fiestas sí, pero sin consumo
Después de las idas y vueltas, el gobernador recibió el miércoles a un grupo de empresarios que organizan fiestas electrónicas. También estaba la fiscal de Estado y los ministros de Salud Pública, Seguridad, Educación, y el Jefe y Subjefe de la policía provincial. El objetivo fue acordar la creación de un registro de productoras y un protocolo para realizar este tipo de eventos que, según anunciaron, serán controlados por la Policía de Tucumán.
Existen antecedentes de normativas similares en Santa Fe y Mar del Plata, que buscan garantizar las condiciones de cuidado de lxs asistentes. Por ejemplo, obligando a las productoras a proveer de un dispenser de agua por cada 300 asistentes al evento, de forma libre y gratuita. Ambas disponen medidas similares, pero en la de Santa Fe se exige la “difusión de información para concientización y reducción de conductas de riesgo asociadas a consumos problemáticos de sustancias psicoactivas”.
Trabajadores de la escena electrónica de la ciudad de Santa Fe fueron consultados por revista Mate y manifestaron que la ordenanza sancionada en 2017 no se encuentra en funcionamiento actualmente. Por otro lado, las normativas municipales vigentes que regulan de forma genérica los eventos de nocturnidad en Santa fe, Rosario, Córdoba y Paraná, no establecen medidas claras respecto al cuidado de la salud de las personas que usan drogas.
Para conocer de primera mano cuál es la estrategia que implementará Tucumán respecto a esta dimensión, Mate se comunicó con el gobierno provincial y con el Ministerio de Salud Pública. En ambos casos prefirieron no dar declaraciones, pero alegaron que todavía no hay directivas sobre el cuidado de la salud en eventos de música electrónica.
Las únicas declaraciones del gobierno provincial sobre las medidas que implementarán para “cuidar la salud y la vida de los tucumanos” apuntan a fortalecer las medidas de control, vigilancia y seguridad. “No vamos a ceder ni claudicar en nuestra lucha contra el consumo de sustancias tóxicas, sea en la calle o en fiestas electrónicas” aseguró Jaldo y destacó los esfuerzos del gobierno en la lucha contra el narcomenudeo.
En la misma línea, uno de los productores que formó parte de la mesa de diálogo, Gustavo Filgueira, aseguró que en cada uno de sus eventos “ya se disponen tres líneas de cacheo donde la última es realizada por la policía contratada exclusivamente para evitar que ingresen con estupefacientes a los predios”. Y señaló que si el estado tomara un rol más activo en los controles, como poner detectores y perros en las puertas, sería un alivio para los organizadores.
Jorge Dib, secretario de Lucha Contra el Narcotráfico de Tucumán expresó que “siempre se llevan adelante operativos para impedir que circulen sustancias prohibidas. Desde que se sabe que va a ser una fiesta electrónica, una semana antes de la fecha empiezan los operativos de prevención”.
El problema es que, como quedó demostrado en la fiesta realizada este año en Forja, poner el énfasis sólo en la presencia y control de fuerzas de seguridad puede resultar contraproducente, y termina incrementando los riesgos de intoxicación.
Los cacheos exhaustivos ponen en riesgo la vida de lxs asistentes porque pueden optar por consumir la totalidad de la sustancia antes de ser cacheadas, sin tener la posibilidad de dosificarla a lo largo de la noche. La otra opción es descartarla y comprarla dentro del establecimiento, quedando expuestas a consumir una sustancia que no conocen de dónde proviene.
Si bien Jaldo plantea que quiere prohibir este tipo de fiestas para “cuidar la salud y la vida de los tucumanos”, las medidas que implementó hasta ahora sólo ponen en peligro la vida de quienes asisten a este tipo de eventos.
¿Alguien quiere pensar en la salud de lxs usuarixs de drogas?
Martin Cúneo es escritor, militante en políticas de drogas y tucumano, aunque actualmente vive en Jujuy. También es Operador Socio Comunitario e integrante de la Asociación de Reducción de Daños de Argentina (ARDA) en Jujuy. Consultado sobre el recorrido que vienen haciendo, explicó que desde el año 2020 el equipo de ARDA en Jujuy viene manteniendo diálogo y generando articulaciones con la Secretaría de Salud Mental y Adicciones dependiente del Ministerio de Salud, con el objetivo de generar intervenciones y espacios de cuidado en territorio.
“Esto es posible en parte gracias al trabajo del Secretario de salud mental de la provincia, Agustín Yécora, y todo su equipo técnico. Como resultado pudimos lograr acciones e intervenciones, como por ejemplo un convenio de mutua colaboración entre las partes, que permitió la participación en diferentes fiestas y espacios de nocturnidad, como el conocido Carnaval”, señaló Cúneo.
Stand de reducción de daños realizado por ARDA Jujuy en la fiesta organizada por la productora Decibeles en Purmamarca, Jujuy.
Además contó que en conjunto con la secretaría mencionada y la Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de Jujuy (UNJu) vienen realizando un ciclo de conversatorios y after office titulado: “Que la noche arda pero no te queme”.
“El objetivo es reunirnos en bares y espacios culturales para brindar información sobre alternativas desde el paradigma de reducción de riesgos y daños. Hasta ahora se sumaron Djs, artistas plásticos, profesionales y autoridades de diferentes organismos del Estado para debatir cómo construimos alternativas de cuidado en la noche jujeña”, amplió el integrante de ARDA Jujuy.
También están trabajando en alianza con organizadores de fiestas de electrónica: “desde 2022 venimos realizando encuentros con las productoras en la provincia. Logramos la incorporación de un stand de reducción de daños con profesionales de la salud y promotores, donde brindamos información sobres diferentes sustancias, repartimos agua, preservativos y contenemos las diferentes situaciones de malestar psíquico que pueden llegar a surgir en estos espacios”.
Algo interesante que destaca Martín es que en el stand también brindan información sobre el Sistema de Salud. “Esto nos permite hacer de nexo articulador, posibilitando que si alguna persona necesita realizar un tratamiento terapéutico por consumo problemático, se pueda realizar la correspondiente derivación y acompañamiento”, explicó.
Stand de reducción de daños realizado por ARDA Jujuy en la fiesta de aniversario de la productora Decibeles.
Entre otras actividades, en el año 2023 viajaron a Tucumán con el presidente de ARDA, Gustavo Zbuczynski, para participar del congreso de adicciones organizado por el Programa Universitario para el Estudio de las Adicciones (PUNA) de la Universidad Nacional de Tucumán. Además mantuvieron reuniones en un centro cultural con diferentes alumnos y docentes interesados en la reducción de daños y el mismo proceso se está llevando a cabo en la provincia de Salta.
“Me parece importante que los organizadores de eventos consideren estos aspectos y busquen un equilibrio entre la seguridad y el disfrute de los asistentes, así como fomentar la educación y la prevención en lugar de centrarse únicamente en la prohibición”, manifestó el activista al ser consultado sobre el enfoque en seguridad que hasta ahora impulsaron desde el gobierno de Tucumán.
Posiblemente una alternativa concreta para que quienes organizan las fiestas se ocupen de cuidar a lxs asistentes, como manifestó el gobernador de Tucumán, sea implementar la obligatoriedad de los dispositivos de salud para hacer intervenciones de reducción de daños en todas las fiestas.