“La respiración es una llave para abrir estados ampliados de conciencia. Muchas personas comparan la experiencia con lo que han vivenciado bajo los efectos de enteógenos como plantas maestras u hongos”. Así lo describen Verena Tononi, psicóloga y terapeuta Integral y Mariano Rey, médico psiquiatra, psicoterapeuta e investigador de la conciencia.
Ambxs trabajan desde una perspectiva transpersonal y acompañan procesos de autoconocimiento e integración con adaptógenos, enteógenos y microdosis. Forman parte del Instituto Arkhé Salud Integral, en Rosario, donde brindan sesiones grupales de respiración en contexto psicoterapéutico.
La respiración holotrópica es la más difundida. Fue acuñada durante la década de 1970 por el psicólogo Stanislav Grof, pero es solo uno de los tantos métodos que existen. En realidad se trata de una práctica ancestral, incluso posiblemente anterior al uso visionario de enteógenos.
En yoga se utilizan ejercicios de pranayama, que en sánscrito significa control de la respiración. También existe la respiración consciente, respiración Rebirthing, y la respiración Wim Hof, una técnica cada vez más expandida que combina respiración, exposición al frío y concentración.
En el instituto Arkhé no trabajan estrictamente con un solo método. “Nosotros utilizamos la respiración como una herramienta, una vía y una llave para el autoconocimiento y la conexión integral dentro de procesos terapéuticos. De acuerdo al tipo de proceso que intencionamos abrir y explorar, definimos el método y la pauta de respiración”, explicó Verena.
La psicóloga contó que crearon un método propio en el que combinan distintas herramientas, pranayamas, ejercicios de autoconocimiento, movimientos del cuerpo y pautas para diseñar cada experiencia de inmersión según la intención específica del trabajo que se busca hacer. Lo bautizaron “Respiración Psilotrópica”.
El nombre invoca directamente a los hongos psilocibios: la etimología del griego Psilos es pelado, desnudo, desarmado, y Tropos significa dirección, rumbo, tendencia. Más allá de eso, “es un concepto que elegimos para nombrar la intención de conectar con la desnudez del alma que aparece tras aflojar las corazas de patrones neuróticos que nos habitan”, detalló.
Un dato de color interesante es que quienes asistan a la Expo Cannabis 2024 van a tener la oportunidad de vivenciar una experiencia inmersiva de Respiración Psilotrópica de primera mano con parte del equipo de Arkhé. Lxs talleristas adelantaron que van a profundizar “la conexión entre cuerpo, mente y espíritu a través de técnicas respiratorias y música especialmente seleccionada”.
Entonces, ¿la respiración puede ser psicoactiva?
La respuesta es un rotundo sí: la respiración actúa sobre la psiquis. Estas experiencias producen modificaciones metabólicas y del sistema nervioso autónomo que nos llevan a una detención del pensamiento. Se genera un estado de profunda relajación y conexión que resulta beneficioso para todo el organismo, ya que según explica Mariano Rey “se activan todos los sistemas de reparación y regeneración que están regidos por el sistema nervioso parasimpático. Y al emerger materiales subconscientes, la respiración permite que se expresen y liberen”.
Según lxs profesionales, la manera en que respiramos influye directamente en nuestra psicología, en nuestras emociones y en nuestro cerebro. “Esto es un conocimiento milenario presente en todas las culturas ancestrales. Y donde hoy en día están poniendo mucho acento las neurociencias”, argumentaron.
En la Antigua Grecia se sabía que la respiración estaba estrechamente relacionada con la vida y la existencia. Nuevamente, la etimología lo reafirma: Psi, Psiquis, proviene de “psyche” cuya raíz en el griego antiguo significa tres cosas interconectadas: alma, mariposa y aire. En la mitología griega antigua, Psyche es “el Alma y la Mariposa que se va por la boca en el último aliento”, cuando morimos. Esta raíz etimológica puede rastrearse hasta el verbo “psychein”, que significa “respirar” y “soplar”. En aquel entonces los griegos consideraban que el acto de respirar era el alma misma dando vitalidad al cuerpo.
¿Cuáles son los efectos?
Mónica Peralta tiene 49 años y hace un año comenzó a practicar respiraciones con el equipo de Arkhé. Personalmente se encontraba en un momento de transición y buscaba información que la ayudara a comprender lo que estaba atravesando.
En el transcurso de un año lo hizo en tres oportunidades, en combinación con la técnica de inmersión en hielo que mencionamos anteriormente. Tenía que sumergirse durante 3 minutos luego de las respiraciones. “Siempre me llevaron a una conexión interna muy fuerte. Por momentos dejé de sentir el cuerpo e incluso en los tiempos de apnea pase por distintos estadios físicos que me disparaban imágenes mentales muy significativas, relacionadas al propósito con que el que había llegado”, expresó a Mate.
“Siempre me llevaron a una conexión interna muy fuerte. Por momentos dejé de sentir el cuerpo e incluso en los tiempos de apnea pase por distintos estadios físicos que me disparaban imágenes mentales muy significativas, relacionadas al propósito con que el que había llegado”
A medida que aumentaba la intensidad de las respiraciones, Mónica sentía que algunas partes de su cuerpo se entumecían. “Lo más importante en esos momentos fue atravesar el miedo a lo desconocido y confiar en mi propia sabiduría”, señaló, “para poder explorar todas las sensaciones y en cada una de ellas encontrar información nueva”.
Confesó que la práctica de inmersión al hielo le dio un nivel de fortaleza y energía que nunca antes había conocido. Requería un acto de valentía que no pensó que tendría. “Cuando estás ahí adentro, donde el frío extremo te quema y crees que no lo vas a soportar, es cuando la respiración de fuego que habíamos practicado minutos antes se expande por cada célula de tu cuerpo. El frío desaparece para darle lugar a la fuerza interior. A partir de estas experiencias puedo dar certeza físicamente de que mi fuego interno está tan vivo como yo”.
Frente a la pregunta por los efectos, lxs especialistas de Arkhé hicieron énfasis en que “la respiración es una bisagra entre todas nuestras dimensiones. Es una función automática del sistema nervioso que puede modificarse voluntariamente, y eso tiene efectos a nivel multidimensional.”
A nivel físico y sensorial puede haber percepciones de flujo energético que se sienten como frío o calor. En ocasiones pueden aparecer vibraciones, adormecimiento, entumecimientos o espasmos intermitentes de los músculos; sensaciones de desconexión física, de estar volando o flotando en el océano, o incluso de plena presencia física y corporal.
“En el plano emocional pueden aparecer sentires que estaban guardados, olvidados”, explicó el psiquiatra Mariano Rey y aseguró que “quienes asisten a las sesiones describen haber tenido sentimientos de paz, de amor, de agradecimiento. En planos de conciencia visionaria puede experimentarse como un sueño lúcido, con imágenes de mucho valor simbólico”. Algo muy parecido a lo que puede ocurrir en una experiencia trascendental con macrodosis de hongos u otros enteógenos, por dar un ejemplo. Incluso puede abrir memorias, integrar ciertos procesos o abrir nuevos.
En este sentido, Mónica describió que en una ocasión la relajación la llevó a trabajar memorias del pasado que inconscientemente estaban guardadas. “También observé representaciones simbólicas y oníricas muy parecidas a los estados que se logran ingiriendo Ayahuasca”, contó.
Contó que en la primera sesión se vio sola en medio de una selva: “estaba completamente desnuda, huyendo de la soledad, sintiendo el desamparo y la fragilidad y buscando un lugar donde refugiarme. Ese lugar terminó siendo mi propio cuerpo. Fue muy fuerte descubrir que yo misma podía fortalecerme al conectar con mi esencia, al dejar de buscar afuera lo que me habitaba”.
Todo dependerá del “set y setting” de la experiencia, que implica el grado de sensibilidad, el estado y la intención de cada persona. Otros factores que influyen son la pauta y la técnica de respiración que se esté implementando, y las frecuencias y sonidos, el entorno, el campo grupal y el contexto.
En contexto de psicoterapia
La imposibilidad de habitar el momento presente es prácticamente un síntoma de época.
En palabras de Mariano y Verena, “continuamente estamos imbuidos en conversaciones imaginarias, rumiaciones mentales, recordando el pasado y anticipándonos a un futuro que no conocemos. A diferencia del resto de los animales, los seres humanos tenemos la capacidad del lenguaje y el pensamiento abstracto. Y actualmente el pensamiento racional o cognitivo es el que prima”.
En este sentido, practicar respiraciones en contexto psicoterapéutico puede ayudar a desactivar el cerebro pensante para acceder a lugares a los que es más difícil llegar mediante la palabra. “Muchas personas vienen para aliviar sus síntomas, sus dolores, otras llegan buscando exploración y conocimiento personal. El objetivo es que puedan conocer y liberar sus barreras físicas, mentales y emocionales para autoconocerse y así vivir con mayores niveles de libertad, presencia y autodeterminación”, aseguraron.
Natalia Pérez tiene 42 años. En enero de 2022 tomó la decisión de buscar herramientas nuevas y emprendió un largo camino de trabajo interno junto al equipo de Arkhé. Siempre sintió que para estar bien con su entorno y llevar una vida más presente, primero tenía que conocerse, aceptarse, quererse y explorarse.
Así fue como empezó a realizar terapias de autoconocimiento junto a Verena. “Al conocer mi oscuridad y navegarla, al curiosear mis propios límites, ansiedades, formas de vivir y de convivir conmigo misma, sentí una limpieza interna muy profunda”, nos dijo.
En enero de 2024 se sumó a la terapia de respiración combinada con inmersión en hielo, al igual que Mónica. “Para mí fue un antes y un después. Los cambios que sentí resultaron maravillosos a nivel físico, mental, emocional y con mis vínculos”. Luego de ésta terapia, Natalia volvió a entrenar y eso la motivó a adoptar nuevos hábitos alimenticios. También dejó de fumar y redujo su consumo de alcohol.
En marzo de 2024 le surgió un desafío importante en el plano laboral. “Si no hubiera trabajado, conocido e incluso estudiado sobre respiración y meditación, este desafío hubiera sido mucho más complejo”, enfatizó.
Dentro de un contexto psicoterapéutico, la información que antes estaba atrapada en mecanismos psicobiológicos de represión, puede ser liberada, reelaborada e integrada en la propia historia de la persona.
Para Natalia estas situaciones ya no tienen sabor a ira, estrés o ansiedad, sino a templanza y calma. “Todos los días pasan cosas y en el medio hay enojos, desacuerdos, incomodidades. Pero aún teniendo que resolver cuestiones externas, ajenas a uno, siempre se puede elegir respirar y recibir el presente de una manera más armoniosa”.
Hoy en día practica respiraciones, meditaciones y otras terapias de autoconocimiento de manera grupal o individual: “antes de ir a dormir, siempre hago respiraciones y mis sueños son totalmente lúcidos. Incluso en algunos de ellos suelo encontrar diferentes respuestas a mis preguntas internas”.
En contexto exploratorio
Respecto a las experiencias psiconáuticas, Verena Tononi hace una distinción respecto a lo que ocurre con las sustancias: “la persona queda tomada por la presencia, el proceso y el tiempo metabólico de esa sustancia. Eso de alguna manera nos deja en una relativa pasividad respecto de la experiencia”.
Para Tononi “la respiración es el psicodélico más natural, seguro y disponible que tenemos. Nos ubica en una posición activa frente al trabajo de conexión, porque implica un trabajo respiratorio activo. El viaje psiconauta a través de la respiración va siendo activado y dosificado permanentemente desde la propia voluntad y eso nos obliga a estar bien presentes”.
Para Tononi “la respiración es el psicodélico más natural, seguro y disponible que tenemos. Nos ubica en una posición activa frente al trabajo de conexión, porque implica un trabajo respiratorio activo.
¿La ventaja principal? Si el viaje se pone difícil podemos bajar la intensidad para que los efectos se reduzcan. Y si buscamos explorar más en profundidad, podemos intensificar la pauta respiratoria. “Eso te permite ir conociendo tus límites y explorarlos cuidadosamente.
Por eso nosotros creemos que la respiración es una muy buena antesala para quien quiera
empezar a explorar las experiencias psiconautas con sustancias”, sugieren lxs especialistas.
Bien utilizada, la respiración puede convertirse en un botiquín: podemos activar nuestra energía cuando está muy baja, lograr mayor concentración, bajar las crisis de ansiedad, incluso dentro de una experiencia con sustancias, también es posible regular el sueño, modificar las emociones y la química cerebral, hasta el ph de nuestra sangre.
En este proceso las prácticas altamente riesgosas se relacionan con apneas demasiado prolongadas, dicho en criollo: cuando se interrumpe la respiración. Pueden ser muy peligrosas y hasta letales, por eso conviene seguir un método que ya esté validado, o directamente hacerlo con guías profesionales.
Se recomienda estar en un lugar seguro y tranquilo, recostado o sentado, y emprender la experiencia con liviandad gástrica, idealmente con algunas horas de ayuno. No solo para reducir riesgos, sino también para que la experiencia sea muy placentera. También tener una botellita de agua personal y algún abrigo a mano. En el consultorio lo hacen sobre mat o colchonetas, con mantas y antifaces.
Entre las contraindicaciones, estas técnicas no se recomiendan para personas con problemas cardiovasculares o hipertensión grave, tampoco mujeres embarazadas, o personas con epilepsia.
¿Cómo es una sesión de respiración?
En el Instituto Arkhé las sesiones de respiración psilotrópicas comienzan con una introducción teórica, donde se brindan las instrucciones de la pauta respiratoria que se va a realizar ese día.
“Hacemos algunos ejercicios de movimiento y apertura del cuerpo físico para registrar el cuerpo, liberar tensiones y crear espacios para permitir mayor flujo de aire. Luego nos preparamos para entrar en profundo viaje interior, con una intención personal, recostados y a ojos cerrados”, cuentan lxs especialistas.
Natalia recordó que durante las sesiones siente mucha plenitud, relajación y tranquilidad: “a veces sonrió y suspiro de sentirme tan tranquila, en calma y por sobre todas las cosas, presente”.