En términos generales, la terapia asistida por psicodélicos puede definirse como el uso de sustancias psicodélicas en un contexto de tratamiento psicoterapéutico. Las dosis que se utilizan pueden ser altas o bajas y las sustancias pueden ser sintéticas o naturales. ¿El factor clave? el marco terapéutico y el acompañamiento antes, en ocasiones durante, y siempre luego de la toma.
La historia del “resurgimiento psicodélico” es bastante conocida pero haremos un breve repaso:
- El uso medicinal de las plantas sagradas o enteógenos como la ayahuasca o los hongos psilocybe tiene sus raíces ancestrales en la medicina tradicional amazónica.
- En las décadas del cuarenta y el cincuenta, los psicodélicos de síntesis química como LSD fueron el foco de experimentación de la psicología y la psiquiatría. Ahí podemos identificar los orígenes de la psicoterapia asistida con psicodélicos. Pero estas experiencias fueron rápidamente arrinconadas por las leyes prohibitivas y la campaña de desprestigio del gobierno de Richard Nixon, en los setenta, en Estados Unidos.
- A raíz de investigaciones científicas que evidencian el potencial de compuestos como el MDMA para tratar el trastorno de estrés postraumático, y el de los hongos Psilocybe o la ketamina para tratar casos de depresión, se dio un incremento del uso de psicodélicos en diversos entornos, incluyendo ensayos clínicos, terapias y uso personal. En los últimos cuatro o cinco años, la ola expansiva devino en una industria psicodélica en crecimiento.
Frente a este escenario, resulta fundamental desarrollar y validar modelos y métodos que ayuden a lxs usuarixs a procesar e integrar sus experiencias con psicodélicos en su vida diaria. En la búsqueda de caracterizar los elementos que componen la psicoterapia asistida con psicodélicos, Mate dialogó con tres profesionales de la salud argentinxs que se especializaron en esta rama.
Marianela Ducca es psicóloga y sexóloga clínica, formada en primeros auxilios psicológicos, trauma, respiración, sabidurías ancestrales, terapia cognitivo conductual y terapia asistida con psicodélicos. Coordina el área de investigación de la Asociación Psicodélica Argentina.
Reconociendo su raíz histórica, ella definió esta psicoterapia como un enfoque terapéutico de vanguardia y detalló que “con el acompañamiento profesional se busca generar experiencias de transformación profundas a nivel de atribución de significados”.
A grandes rasgos y en general, los psicodélicos ayudan a modular la actividad cerebral y producen interconectividad entre todas las regiones cerebrales. Esto hace que se abra una ventana de neuroplasticidad y de aprendizaje, que permite flexibilizarnos a nivel cognitivo.
“Los estados no ordinarios de conciencia sacuden la ´estantería mental´ de todos los programas que tenemos cargados desde que nacemos”.
La importancia del marco terapéutico
Mariana Zarankin es psiquiatra integrativa y especialista en medicina interna. Está formada en psicoterapia psicodélica y en cannabis medicinal. Es investigadora en tratamientos con microdosis de hongos psilocibios y también forma parte de la Asociación Psicodélica Argentina.
Al ser consultada, resaltó la importancia de un marco terapéutico adecuado. “Se reconoce la importancia del marco para crear un entorno (setting) donde la persona pueda sumergirse en su inconsciente de manera segura. Aquí se le da importancia no solo al lugar, sino también a los acompañantes, la música y los estímulos del ambiente, por eso es muy habitual que utilicen antifaces que cubran los ojos; se cuidan los olores y otro tipo de estímulos”, sintetizó.
Además la diferenció de la psicoterapia habitual, ya que en este caso se busca que la persona transite la experiencia con la menor intervención posible. “Durante la administración de la sustancia, el terapeuta cumple la función de acompañar a la persona en su proceso, no así de interpretar lo que va sucediendo”.
Las diferentes corrientes concuerdan en dos factores importantes a considerar: el set y el setting. El set tiene que ver con el screening, el proceso donde se evalúa el estado mental de las personas que quieren experimentar esta terapia. El setting es el entorno que se genera para poder navegar esa experiencia, del que también habló la doctora Zarankin. “Por ejemplo la música funciona como un neuromoderador dentro del entorno”, retomó Ducca.
El psicodélico viene a catalizar o acelerar procesos subjetivos pero lo importante es la psicoterapia, su modelo y estructura.
Los psicodélicos como coadyuvantes de la terapia
Maximiliano Lofredo es psicólogo y sexólogo clínico, especialista en terapias conductuales contextuales. Es miembro del Grupo de intereses especiales (SIGs) de Estados Psicodélicos y No ordinarios de Conciencia de la Association for Contextual Behavioral Science. Además es Co-fundador y Co-director del Centro de Psicoterapia con Psicodélicos de Argentina (CEPPA).
Consultado sobre el rol que cumplen los psicodélicos en este tipo de terapias, el especialista destacó que el psicodélico viene a catalizar o acelerar procesos subjetivos pero lo importante es la psicoterapia, su modelo y estructura.
“Más en estos tiempos, donde a veces las personas creen que solamente tomando un psicodélico van a favorecer su salud mental. Eso es tirar una moneda al aire, es decir, si sucede, es al azar. Lo que hace la psicoterapia asistida con psicodélicos es garantizar que estos procesos ocurran, y no estén librados al azar, que no haya incertidumbre. Además, lo vuelven una práctica segura, dentro de una estructura terapéutica”, anticipó.
En su definición, Lofredo hace referencia a un concepto que nos sirve para entender aún más el rol que cumple el psicodélico: “es un coadyuvante”. Esto quiere decir que colabora o ayuda en otro proceso principal, que es el de la psicoterapia.
Los autores de “Viva la pepa”, el libro que retrata la experimentación con LSD que tuvo el psicoanálisis en Argentina, describen la transición del enfoque de psicodélicos como psicomiméticos a coadyuvantes de la psicoterapia.
En un comienzo se pensaba que actuaba como “psicomimético”, es decir, que producía una psicosis artificial en el paciente neurótico. Más adelante, a mediados de los 50´, esa hipótesis se fue debilitando y el foco empezó a estar puesto en su potencial terapéutico. Notaron cómo el LSD en dosis bajas podría despertar zonas de la mente a las que no se había podido llegar y al reducir las defensas del paciente, aceleraba procesos de psico-exploración. Ahí es cuando comienza a ser considerado un “coadyuvante” o complemento del psicoanálisis convencional.
¿Quiénes pueden usar psicodélicos?
Ahora bien, ¿estas sustancias pueden ayudar a cualquier persona en su proceso terapéutico? En este sentido, la Dra. Zarankin hizo hincapié en la importancia del screening.
“En algunos casos, exponerse a estas sustancias podría resultar desafiante o incluso peligroso. Pero teniendo los recaudos pertinentes, el uso de dosis medias o altas puede ser una experiencia transformadora ya que nos ponemos en contacto con material inconsciente sin las defensas habituales”.
“Además aprovechamos las ventanas de flexibilidad cognitiva, donde las personas se encuentran más permeables a trabajar con lo emergido y más receptivas a la psicoterapia”, aseguró. Por lo general, las dosis altas se trabajan en menos sesiones y en situaciones puntuales.
También existen los tratamientos con microdosis, donde se utilizan las mismas sustancias pero en dosis mucho menores. “Con las microdosis buscamos un trabajo más sutil y prolongado en el tiempo. Al conectar de otro modo con las emociones, el cuerpo y los pensamientos, podemos generar nuevas narrativas, modificar patrones de conducta y hábitos que resulten más favorables”, explicó Zarankin y recordó que en ambos procesos se trabaja con el empoderamiento de la persona: “No hay una pastilla mágica, pero con el compromiso necesario, pueden ayudar a lograr esa esperada mejoría”.
El factor ritual en la psicoterapia asistida con psicodélicos
Sobre este tema, Ducca mencionó la importancia de los abordajes ancestrales dentro de la psicoterapia, que contemplan variables del orden de lo energético y lo espiritual. “Hoy en día los psicodélicos nos traen la posibilidad de ir a nuestro mundo, alinearnos y entender que somos parte de la naturaleza. De hecho podemos sumar herramientas a nivel ancestral que impactan de forma directa y pueden potenciar los procesos. Ahí entendemos la importancia de los valores de vitamina D, de estar al sol, de estar descalzos, de cómo neuromodula nuestro organismo el hecho de estar en la naturaleza, tanto en el momento de la toma, como en los procesos que se dan posteriormente”.
La concepción de enfermedad que tienen las tradiciones y culturas ancestrales está asociada a una desarmonía con la naturaleza. “La idea de asistir a un curandero o chamán que utiliza alguna planta maestra, radica en la posibilidad de recibir un acompañamiento para el encuentro de esa persona con el poder que tiene dentro de sí. Las sustancias generan efectos, pero el poder de hacer algo con todo eso lo tiene la persona”, reflexionó.
Fases de la psicoterapia asistida con psicodélicos
Una parte fundamental para entender la terapia asistida con psicodélicos es su estructura y un factor clave para que funcione es que el modelo que se utiliza sea basado en evidencia científica. Sobre este punto el psicólogo Maxi Lofredo explica que según el modelo que utilizan en CEPPA, el proceso se divide en tres fases: la preparación, la dosificación y luego una fase de integración
“La preparación sirve para que la persona pueda generar un buen ´mindset´ y llegue a la experiencia lo mejor preparada posible. Por un lado se busca optimizar o aumentar las probabilidades de obtener beneficios. Por otro lado buscamos reducir las probabilidades de que se produzca alguna situación de riesgo” expresó.
La fase de dosificación se da cuando la persona tiene el viaje psicodélico con el compuesto que haya elegido: es el día que toma la medicina de la conciencia. Según explica el especialista, en Argentina se vienen utilizando mayormente los hongos Psilocybe. En este momento también entra a jugar el setting (o entorno) específico del que hablamos más arriba, para optimizar los beneficios y reducir los riesgos.
“Después viene una etapa de integración, donde se usan ciertas técnicas psicoterapéuticas para intentar que la persona integre la información que se le reveló y las vivencias que pudo transitar durante el viaje. La idea es que, integrando esa información, la persona pueda hacer los cambios que busca en su vida cotidiana” concluyó el co-fundador de CEPPA.
Por su parte, Marianela Ducca señaló que están apareciendo modelos de abordaje que contemplan dimensiones de la terapia y la asistencia durante el viaje, y otros modelos más volcados a los procesos de integración. “Los terapeutas a nivel mundial estamos creando y trabajando en diferentes dispositivos, acompañando a las personas para que puedan atravesar las experiencias y ordenar estos contenidos”, concluyó.
