fbpx
27 julio, 2024

Marilina Bertoldi: “Acostumbrense, yo estoy acá y conmigo vienen un montón de pibas”

Fotos de Ireí BF
El pasado jueves 15 de agosto, Marilina Bertoldi visitó la capital entrerriana para invitarnos a disfrutar de su Sólo Set. Se trata de una propuesta más íntima que el show convencional full band, donde encontramos a la artista santafesina prácticamente de entre casa, probando diferentes matices con el bajo y la batería, mezclando efectos y enredándonos en sus loops.

A sala llena, tras haber agotado entradas, pudimos disfrutar de una Marilina más descontracturada, que constantemente interactuó con el público y se mostró prácticamente como la vemos en sus redes sociales: contando anécdotas, haciendo chistes y tirando comentarios “a lo Marilina”.

1

Sucede que el nombre Marilina Bertoldi se ha resignificado en éste último tiempo. A principios de este año, su disco Prender un fuego fue elegido como mejor álbum del año en la encuesta del suplemento NO de Página 12, donde quienes votan son los y las artistas del rock nacional. Marilina fue la primer mujer en ganar este premio, que ya lleva alrededor de 30 años realizándose. Inmediatamente se enteró, la artista hizo un descargo en redes sociales, mostrando su indignación por el hecho de que en 30 años no se haya reconocido a ninguna mujer y evidenciando el machismo del ambiente: “Lo que me jode es enterarme de esto cuando nos estamos votando entre colegas, y eso habla de cómo nos vemos. Acá no hay presiones de sellos, acá no hay presiones de productores de festivales… Acá son artistas votando artistas, y ¿saben qué?. Ustedes se votan entre ustedes, ustedes no nos ven como pares”.

Es que Marilina forma parte de un momento histórico, en el que las pibas nos hartamos de las relaciones patriarcales que nos atraviesan día a día, en todos los ámbitos. Marilina se volvió una figura disruptiva, polémica, incluso incómoda para los privilegiados de siempre. Ha sabido aprovechar cada espacio, cada oportunidad para denunciar la desigualdad de condiciones con las que mujeres y disidencias tenemos que lidiar.

Burlándose en la cara de los que dicen que el rock ha muerto y demostrándonos que sacudir sus estructuras es posible, aunque no por eso fácil, Marilina se ha vuelto para nosotres la referente que a ella misma le hubiera gustado tener en su adolescencia.

Minutos antes de su show, nos recibió para lo que, más que una entrevista, fue una charla entre pibis. Porque además de hacernos flashear con su música, Marilina nos habla de par a par, y no desde el lugar del ídolo estrella de rock, que ya no bancamos más.

—Contanos un poco qué tiene de especial éste formato Sólo Set, a diferencia del recital con toda la banda.

—Para empezar, estoy más sola, entonces tengo más vértigo antes de subir al escenario. Lo que pasa es que quería tocar sola, pero me había cansado de hacer acústicos, entonces empecé a sumar más instrumentos. Es mi excusa también para ir tocando cosas que normalmente no toco en vivo. Se va armando show a show, hace mucho que lo hago y siempre le voy sumando cosas. Ahora lo último que sumé es el bajo, pero hasta hace muy poco había sumado la bata. Es esa excusa para subir a jugar con los instrumentos y armar las versiones en vivo, improvisar un poco. Hay cosas que ya quedaron y me gustan y hay otras que se siguen armando, las voy reformulando. Es ir jugando y poniendo efectos, modificando, armando… Es mucho más creativo me parece, más real. Porque lo otro es un ensayo con la banda y tiene que salir impecable. Obvio que podés tirar algunas cosas, pero hay una estructura. Con la banda tengo un personaje más violento, subo enojada y es un show de rock. En éste no, en éste estoy re tranca, más stand up, diciendo pelotudeces — confiesa entre risas.

2

—Venís de una gira por la región de Cuyo y anteriormente por el Sur. ¿Cómo vivís las giras por el interior del país? ¿Cómo ves la escena del rock en el interior? 

—Veo todo muy difícil. Todos los productores comentándome lo complejo que es, los pocos artistas que están yendo porque es carísimo y la gente no puede pagar entradas. Por lo cual entiendo la importancia de seguir haciéndolo, de seguir insistiendo con los shows, con ir igual. Creo que hay que mantener viva la escena en el interior, es muy importante. Yo vengo de un pueblo, de Sunchales, y rara vez veía una banda tocar. Me acuerdo la sensación de lo lindo que era ver un show en vivo, era muy zarpado, pero no sucedía casi nunca. Creo que te contagia de algo, por eso es muy importante mantenerlo vivo. Macri rompió todo y una de las primeras cosas que mató con sus medidas económicas de la soga al cuello fue el arte, la escena en muchos lugares. Complicó todo, es muy difícil; pero hay algo que es constante y es que en cada lugar que voy hay organizaciones feministas que siempre vienen a estar en contacto y generamos lazos, generamos redes. Eso me parece muy importante, apareció de repente y está sosteniendo un montón de cosas, es muy fuerte, es muy bueno. Además, si no tenés una red de contención y estás solo, como buscan que estés, te deprimís, es como que… Te pegas un tiro.

—Volviendo un poco a aquella época en la que eras piba y vivías en Sunchales; teniendo en cuenta además la falta, o más bien invisibilidad, de figuras femeninas o disidentes en el rock, te queríamos preguntar cómo fue tu búsqueda en la música cuando eras más chica. ¿Cuándo fue que te diste cuenta de que lo que escuchabas no te representaba? ¿Cómo fue ese momento de hartazgo en el que empezaste a buscar por otro lado?

—Es raro, porque si tengo que pensar en la música, en el rock nacional, la verdad que es muy difícil encontrar figuras que me hayan influenciado de verdad, mujeres. Es cierto, todes conocemos a Fabi, la queremos un montón. Ha sacado grandes discos, grandes temas y demás, pero no siento que haya sido esa figura. Tampoco creo que le hayan permitido ser esa figura y ella se haya comido el viaje de ser una solista que tiene una búsqueda sonora y creativa… Es como que, era otro el viaje, ¿no? más por otro lado, súper respetable igual, porque en esa época ya hacer eso era un montonazo. A mí quien más me influenció fue María Gabriela Epumer, que incluso está sonando ahora mismo en la sala, pero la conocí hace no mucho. O sea, la tenía, pero la verdad que di con sus discos solistas recién ahora y para mí fue increíble, porque fue la primera vez que encontré una artista nacional mujer que tenía una búsqueda y que estaba construyendo un camino hacia algo muy interesante en sus dos únicos discos solistas.

—Claro. Pero fijate qué loco, que te pasó recién de grande, cuando ya hacía tiempo que estabas en la música.

—Totalmente, y no llegué a ver en vivo a alguien así tampoco. Por eso cuando tuve que tomar la decisión de qué hacer con mi vida viste, a los 21 o 22 años, y antes incluso, jamás consideré hacer música, porque no me veía, porque nunca había visto que alguien como yo pudiera hacerlo. Lo fui entendiendo y me lo fui creyendo con el tiempo. Todo lo que logré hoy en día la verdad que jamás lo soñé, ni ahí lo soñé. Entonces como que siempre me quedo en shock. Cada vez que pasa algo es tipo ¡uh, voy a tocar en tal lugar, wow!. Ehh, okey, yo pensé que iba a tocar covers en cumples de 15 — entre risas. Dije, si me dedico a la música voy a terminar en esa, o tocando en el subte. Hay que ver y ocupar un espacio para que el resto se pueda soñar ahí también, es muy importante.

3

—¿Qué sentís hoy en día al ver tantas pibas y pibis que se identifican con tu discurso, con tu forma de pensar?

—Es lo que me hace bancarme este lugar y comerme este viaje. Sino no me lo bancaría la verdad, porque es muy hostil. Hay mucha gente increíble, pero es hostil. Siento que yo formo parte de otra escena que se está gestando recién ahora, me gusta llamarla escena queer. ¿Por qué? porque tiene otras formas de vincularse, otra forma de entender las relaciones laborales y relaciones vinculares en general, muy distintas al vínculo heterosexual, a lo paki, a lo patriarcal. Como que siempre es una cuestión de poder y de ver quién es el que tiene el poder, viste. Siempre se maneja todo así: quién hace el featuring con quién, quién tiene más views, quién tiene más reproducciones… ¡Qué pesado! ¿No pasa por otro lado?

Siento que el lugar en el que estoy es un lugar que se está gestando, en el que cada logro que tengo es para el resto. Siempre es eso… ¿Tengo el micrófono?, okay, este es el mensaje que tengo para dar ¿Me dan tal cosa? bueno, y esto es lo que voy criticar —dice mientras ríe— ¡Es que es un lugar de mucho poder! Es esa conciencia del poder que tiene ese espacio, como para hacer un cambio en la sociedad. Creo que el arte está para eso, como que al fin lo entendí.

4

Volviendo a tu pregunta, es eso lo que me sostiene para estar donde estoy, entiendo que me excede a mí, que no tiene tanto que ver conmigo en particular, sino que tiene que ver con un momento y con que yo estoy justo ocupando ese espacio, y voy a hacer todo lo posible para que esto suceda lo más rápido posible. Es extender los lazos y decir bueno, vamos para arriba, o para lo que sea, ¿viste? Pero más horizontal todo también.

Pero es muy hostil, porque a medida que vas avanzando siempre te encontrás con chabones. Y todo bien con los chabones, pero a medida que penetras más, son chabones menos acostumbrados a estar con mujeres, menos acostumbrados a entenderse como iguales. Es más difícil todo, tenés que explicar más las cosas, tenés que ponerte más a prueba… Todo el tiempo estás en una evaluación, donde además ya sabiendo que sos feminista, que sos lesbiana, que sos públicamente todo eso… Es difícil.

—Uff, sobre todo el hecho de tener que estar explicando tanto las cosas, ¿no?

—¡Sí!. Creo que nunca un Gardel de Oro tuvo que explicar tanto por qué era un Gardel de Oro. Todo el tiempo me lo preguntan y tipo ¿por qué no se lo preguntaron a Axel?, que lo ganó tres veces seguidas, tres años seguidos. O sea, ¡por qué no se lo preguntaron a él!. Dudo que se lo hayan preguntado, ¿me entendés? Es molesto, encima te dicen “¡es corrección política!” No, me parece que en realidad ustedes son los que están incorrectos políticamente, en todo caso, porque ven una diferencia en eso. Y si es corrección política, ¿qué pasa? Digo, no pasa nada… son los premios Gardel que al fin se hicieron cargo del poder que tienen. Y más allá de ser mujer o lo que sea, le están dando el premio a alguien que nadie conoce y la gran pregunta que todos se hacen es: ¿quién es esta mina?, como una crítica. Los premios me parece que son los que tienen que decir “che, este disco nos parece relevante, importante, les recomendamos este artista”. No Babasónicos… ¿Quién va a ganar? ¿El más conocido? Tres veces ya lo ganaron también, o sea basta, ¡ya conocemos a Babasónicos!.

Y no sólo eso… En la terna en la que estoy, tampoco nadie cuestionó a los otros postulados, que son artistas de 30 años de trayectoria o más, que sacaron discos que nadie escuchó, o que realmente no fueron relevantes para las nuevas generaciones. Para una escena no fueron contundentes ni contemporáneos ni en pedo, y me cuestionan a mí. Les molesta muchísimo, y les cuesta mucho naturalizar lo distinto cuando está sobre la mesa. ¿Después de 20 años le dieron el premio a una mujer? bueno, naturalizalo. En cambio “ah, es corrección política”, o “dice que es lesbiana y yo no digo que soy heterosexual”. No, vos no tenés que decir que sos heterosexual, ese es el tema. Estamos muy invisibilizades, y esos lugares son privilegios que ustedes no se dan cuenta que tienen. Entonces cuando suben a agradecer, le agradecen a mamá, a Dios, a papá, al dueño de la discográfica y ya. Y es un lugar de mucho poder, es un lugar muy hermoso para hacer militancia, para decir cosas, aunque sea no sé, “al teatro de mi barrio lo quieren cerrar porque no sé qué”, bueno, ¡decilo! Hay cosas para decir, ¿tenés ese lugar y no lo usas? Es un privilegio que la verdad no estás valorando. Y cuándo se lo dan a alguien que nunca tuvo un privilegio de ese tipo, y atrás mío hay gente menos privilegiada todavía, es tipo “obvio, ¡dámelo, lo quiero!” — entre risas. Viste, ahí es donde no me pesa, porque sino sí me pesa. Es lo único que le da sentido a todo, sino… es un montón.

—En ese sentido, ¿sentís que es una responsabilidad? El hecho de tomar el espacio que estás ocupando hoy como una herramienta para posicionarte políticamente e intentar transformar algunas cosas.

—Sí, es una responsabilidad. Para mí es como para acelerar un proceso. O sea, acostúmbrense, yo estoy acá y conmigo vienen un montón de pibas, es eso. Y lentamente también establecer la ideología en el día a día. Por ejemplo, tengo una banda y la mayoría son chabones, y muchos me cuestionan por eso. Yo lo que les digo es, esto es un proceso, estos chabones me bancaron toda la vida, los conozco de siempre. Mi ideología en realidad va por otro lado. En el momento en el que tengo una vacante, un lugar, un espacio… La prioridad es para una mujer. Siempre, prioridad mujer, disidencia. Porque me parece que así deberíamos empezar a laburar para llegar a un balance. Cualquier hombre sonidista consigue un trabajo en cualquier lugar, mujeres la verdad que no. La verdad que no somos prioridad en ningún lugar. Basta ¡hay que visibilizarlo! Sino visibilizás y no naturalizás, obvio que te va a parecer que “no están ahí porque les falta talento”. Eso es meritocracia pero al extremo. Si no está ahí la mitad de la población, no es porque les falta talento, es porque claramente hay algo que está pasando antes, que evita que las mujeres lleguen ahí.

5

—En ese sentido, en cuanto a la posición de las mujeres y disidencias en la sociedad, pensando en términos de igualdad de condiciones y posibilidades, ¿sentís que las cosas realmente están cambiando o, al menos, que estamos yendo por ese camino? ¿O que sólo es una cuestión discursiva, del decir lo políticamente correcto?

—El cambio sí, está sucediendo. Me parece que la tele es, por ejemplo, el más claro factor. Si ves un programa de hace 5 años, ves comentarios que antes eran graciosos y ahora ya no. Y si te vas más atrás, tipo Olmedo y Porcel… O sea, hay cosas que la sociedad ya no tolera. Está habiendo un cambio, pero igual es lentísimo para el lugar a donde tenemos que llegar, que es un lugar el cual muy poca gente entiende dónde es. No sé, a mí me molesta que todavía tenga que explicar qué es el feminismo en muchas notas, ¿me entendés? Me pone muy mal, me arruina el día. Porque la verdad que está tan lejos de donde tenemos que llegar… Tan lejos, que me vuelve loca.

Vamos a ver un cambio, y estamos viendo ese cambio, pero de todos modos falta muchísimo. Me parece que, lo que está pasando, es que el opresor no sabe que está oprimiendo, no se reconoce como opresor. Nosotras nos reconocimos como oprimidas, pero ellos no se reconocen como opresores. O sea, un chabón escucha todo esto y dice “ohh, ¡qué exageradas!”. Yo pienso que muchos chabones sienten que esto ya está, ya terminó, que esto es lo que tenía que traer el feminismo. No entienden… O sea, si vamos a fondo con esto, que es claramente la ideología y el movimiento más fuerte, no hay forma de retrucarlo. Si tenés un poco de sentido común y debatís con el feminismo, entendés que es lo que hay que hacer, es a dónde tiene que ir la humanidad. Es ahí, no hay otro camino. Real, no hay.

—Pasa que hay una cuestión ahí de ceder privilegios que no estaría siendo muy cómoda, ¿no?

—Totalmente, ahí está el tema. No quieren ceder sus privilegios, ni reconocer que los tienen. Pero bueno, yo creo que es con el tiempo. Tenemos que ir ocupando espacios y generando esto para que, al menos en el momento en el que queramos generar esa revolución, estemos ocupando esos lugares. Porque si tenemos que esperar que estos chabones en el poder nos den el lugar, no va a pasar. Yo creo que son generaciones que se tienen que ir renovando y llegando.

6

—Hablás de feminismo ¿y el transfeminismo?

—Sí, de una, es el transfeminismo, creo que ya llegamos a esa. Viste que antes no se debatía esto, al principio era feminismo o no feminismo, y ahora es transfeminismo definitivamente. Porque hay que entender que estamos hablando constantemente con el lenguaje de la heterosexualidad, que es hombre/mujer, y la mujer es por vínculo y relación al hombre y a sus necesidades…

—Y superar además la dicotomía hombre/mujer, ¿no?

—Totalmente, y empezar a hablar desde otro lado. Por eso me pareció tan importante en los premios decir lesbiana y no mujer, o sea, disociar eso y entender que yo no me identifico como mujer, no primero. Mis problemáticas en la vida no fueron en su mayoría por ser mujer, sino por ser lesbiana, entonces yo me identifico como lesbiana definitivamente. El tema es que cuando lo puse sobre la mesa, siento que el debate fue más para otro lado. Pero está bien, habla más del momento en el que estamos. Es una primera charla al respecto, en ese lugar, en ese espacio, donde la gente ni sabe lo que es el feminismo. Por eso digo, falta muchísimo. Y después de eso está la cuestión de los cuerpos no hegemónicos, la apropiación cultural, el no especismo… O sea, nos vamos a ir muy a la mierda — risas. Y es hermoso a dónde vamos, porque es como el cuestionamiento de los privilegios. Es ser consciente de que nada de lo que tenés es natural. Lo natural es otra cosa, es tipo la clorofila… Son otras cosas. Pero todo lo que tenemos, cómo hablamos, dónde nos posicionamos, cómo nos identificamos, eso no es natural. Todo lo podés cuestionar y es muy importante que lo cuestionemos.

7

—Bueno, para ir cerrando… Has dicho en más de una oportunidad que no te sentís muy cómoda pensándote como una figura masiva, que te incomoda ese lugar y que te consideras más bien una persona perfil bajo. ¿Cómo manejas eso?

—Creo que estoy en un lindo lugar, me gusta. Voy al chino y no me conocen todos, ese es mi punto de evaluación. Camino por la calle y cada tanto hay alguien que sí, obvio, me saluda. No me molesta eso, como que está todo bien, siempre cariño. No sé, creo que mientras yo esté en contacto con un público que me interesa, me parece bien… Gente con la que me tomaría una birra, ese mi punto. Si va gente que me cae mal, me parece que estaría haciendo algo mal, pero por cómo yo me proyecto con lo que hago. Quiero un lindo público, quiero que alguien que me escuche sea alguien que me caiga bien, no sé, me gusta. Ya pasé por ese lugar donde decía “uh, ¿esta persona me sigue?”¿Me entendés? por eso me parece muy importante decir lo que pensás. Más allá de que se sabe a quién voto y demás, que se sepa a quién banco y qué cosas no banco, como más el aspecto político de verdad de toda la secuencia. No sé si me coparía que venga alguien súper macrista a verme, por ejemplo. En este momento, me parece re duro. No es una persona que me interesa, como que no estás entendiendo el punto ¿no? No tiene nada que ver si votaste Lavagna, si votaste a la izquierda y demás, el macrismo ya hoy en día representa otra cosa.

Y así con todo. Por eso también el feminismo me parece muy importante de remarcar, más allá de que mucha gente no entiende el feminismo. No puedo creerlo igual, pero no lo entienden todavía y es increíble el beneficio que tiene para todes, es muy zarpado. Como que no quiero esos chabones adentro, quiero que las pibas estén tranquilas y para eso, necesito remarcarlo. Como en Flores, por ejemplo, que hubo un pogo muy hermoso. Había chabones también, pero las pibas se sintieron tan cómodas que fueron a hacer pogo, se sacaron las remeras, estuvieron tranquilas en tetas, felices, todo bien. Un ambiente así, en el cual vos puedas hacer lo que quieras, mientras no molestes al otro está todo bien. Nadie las intentó tocar, nadie nada. Ese es el punto, generar un lugar de encuentro entre personas que tenemos el mismo norte en esos aspectos.

 —Creo que posicionándote políticamente de ese modo, marcas un poco los límites…

—Y… Es un gesto de cariño hoy en día. Para mí quien no dice nada desde ese lugar, no está siendo cariñoso con su público. Es muy importante que le digas a la gente “che, no está bueno que te digan esto”. Porque Macri se pasó demasiado, le hizo creer a la gente que merecían menos de lo que tenían y eso me parece terrible.

8

0
0
#CUPO #MÚSICA #ROCKDEPIBAS
0
0

Si llegaste hasta acá, nuestro contenido es útil para vos.

Para seguir informando a una sociedad que acompañe y no castigue necesitamos tu apoyo.

Suscribite con aportes mensuales

Plan THC

Plan LSD

Plan DMT

Doná con aportes únicos

Si llegaste hasta acá, nuestro contenido es útil para vos.

Para seguir informando a una sociedad que acompañe y no castigue necesitamos tu apoyo.

Suscribite

Aportes mensuales.

Plan THC

Plan LSD

Plan DMT

Doná

Aportes únicos.

Si llegaste hasta acá, nuestro contenido es útil para vos.

Para seguir informando a una sociedad que acompañe y no castigue necesitamos tu apoyo.

Suscribite con aportes mensuales

Plan THC

Plan LSD

Plan DMT

Doná con aportes únicos

Comentá el artículo

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

*Mate se reserva el derecho de eliminar aquellos comentarios injuriantes, violentos, discriminadores o contrarios a las leyes de Argentina.

ARTÍCULOS RELACIONADOS

MÁS LEÍDAS

¿El mate es una infusión de origen Jesuita o Guaraní?