La provincia de Buenos Aires suma leyes que abonan a la reducción de riesgos y daños para contextos de nocturnidad. Se trata de la “Ley de Acceso libre y gratuito de agua obligatorio en locales bailables y bares”, que la legislatura bonaerense aprobó esta semana y ahora espera ser promulgada.
La normativa busca garantizar la hidratación adecuada, el consumo de agua segura y reducir los riesgos asociados al uso de alcohol y otras sustancias psicoactivas.
Esta iniciativa surgió desde la Subsecretaría de Salud Mental, Consumos Problemáticos y Violencia de género de Buenos Aires, dependiente del Ministerio de Salud. La propuesta fue junto a un paquete de tres leyes que presentó la cartera sanitaria.
Resalta esta iniciativa que se encuadra en la reducción de riesgos en contextos nocturnos, ya que apunta a la deshidratación, uno de los efectos de la droga legal más consumida en nuestro país: el alcohol. De esta manera, la ley se propone como la principal estrategia para mitigar la intoxicación alcohólica.
Ahora, en un plazo de 90 días, todos los locales alcanzados por la nueva ley deberán cumplirla o podrían ser clausurados o multados hacia mediados del año.
El camino hasta ser Ley
Entendiendo estos factores, desde la Subsecretaría que encabeza por Julieta Calmels, se impulsó esta ley que se presentó al bloque de diputadxs del Frente de Todos y, luego de ser tratado en comisiones, fue sancionada por la legislatura bonaerense.
De esta manera, la provincia bonaerense avanza en un derecho que ya reconocen las provincias de Córdoba, Neuquén, La Pampa y Santa Fe. Una conquista que permite mitigar riesgos en el uso de bebidas alcohólicas, como así también de otras sustancias.
En conversación con MATE, Julieta Calmels dijo: “desde la Subsecretaría impulsamos la ley de acceso al agua libre y gratuito como parte de las políticas de cuidado vinculadas al derecho de acceso a un bien esencial, como lo es el agua, y que tiene el beneficio de permitir la reducción de los efectos nocivos que la ingesta abusiva de alcohol puede producir”.
Luego, continuó explicando a este medio que “lamentablemente hasta este momento el acceso al agua no estaba garantizado y dependía de la voluntad de los establecimientos y, muchas veces, de sortear una serie de obstáculos que no siempre se lograban superar”.
Julieta Calmels en diálogo con MATE expresó: “la dispensa de agua deberá ser acompañada por espacios de descanso y de recuperación y eso configura la idea de una nocturnidad con cuidados y con un rol activo del Estado en la regulación de esos cuidados, y de esta manera evitar que el agua se vuelva un bien de mercado”.
Finalmente, la funcionaria agregó: “esta ley se plantea como meta general, el agua como un derecho de acceso libre y directo y, a la vez, como una obligación en distintos establecimientos, donde deberán incluir cartelería y señalización para que las personas puedan ejercer su derecho a consumir agua. Por otro lado, la dispensa de agua deberá ser acompañada por espacios de descanso y de recuperación y eso configura la idea de una nocturnidad con cuidados y con un rol activo del Estado en la regulación de esos cuidados, y de esta manera evitar que el agua se vuelva un bien de mercado, posibilitando su acceso a todas las personas”.
Algo más que agua
La normativa también abarca la obligatoriedad de una posta sanitaria donde se brinde folletería con información de fácil comprensión sobre las consecuencias del consumo de alcohol y otras sustancias desde un enfoque de derechos, salud pública y basado en evidencia empírica, junto a otro punto de hidratación y alimentación saludable.
Asimismo, la ley contempla la capacitación a todo el personal de los establecimientos nocturnos en primeros auxilios por intoxicación o deshidratación desde una perspectiva de reducción de riesgos y daños.
En los contextos nocturnos el uso de otras drogas, además del alcohol, es moneda corriente y allí también el agua es fundamental. En este sentido, Ariel Parajón, Politólogo (UBA) e integrante del Colectivo de Reflexión sobre los Consumos (Fundación Igualdad), dijo a MATE: “esta ley ayuda a resolver los riesgos de sobredosis, de intoxicación y de aumento del consumo problemático; tanto lo que se refiere al consumo compulsivo, como puede ser también el episódico excesivo, que se ve mucho los fines de semana entre jóvenes”.
Por su parte, Patricio Liddle, Secretario de Juventudes de la Asociación de Reducción de Daños de la Argentina (ARDA) y Economista del desarrollo (UNQ) compartió su perspectiva con MATE y dijo: “creemos que es una ley importantísima porque apunta, justamente, a una de las causales de daños más importantes del alcohol, que es la deshidratación, por lo cual es fundamental que en cualquier lugar que se expenda alcohol, también haya acceso gratuito, ilimitado e irrestricto al agua”.
“Creo que esto podría considerarse como una suerte de política de droga porque afecta, sin duda, a las personas que usan drogas, sea alcohol u otras sustancias. Por supuesto esta ley no está enmarcada dentro de un plan estatal de reducción de daños, como debería ser, pero si uno se sienta a pensar una estrategia nacional, sin duda incluir este tipo de leyes”.
Haciendo una lectura política, el integrante de ARDA detalló: “Creo que esto podría considerarse como una suerte de política de droga porque afecta, sin duda, a las personas que usan drogas, sea alcohol u otras sustancias. Por supuesto esta ley no está enmarcada dentro de un plan estatal de reducción de daños, como debería ser, pero si uno se sienta a pensar una estrategia nacional, sin duda incluir este tipo de leyes es un paso clave para apuntar a una política de drogas centrada en las personas y sus derechos”.
Finalmente, esta ley, pensada desde un enfoque de salud integral para garantizar la continuidad de cuidados en toda la comunidad, obliga a que todos los establecimientos alcanzados por la ley tengan señalética con la siguiente leyenda: “El acceso al agua es un derecho. Este lugar está obligado a proveerla todas las veces que la solicites. Te ayuda a mantener tu cuerpo hidratado y permite cuidar tu salud”.
De esta manera, la normativa también contempla la comunicación e información para lxs usuarixs de alcohol y otras sustancias sobre sus derechos y prácticas de cuidado —y autocuidado— en contextos de ocio y nocturnidad.