Lo primero que escuché en mi vida sobre la keta, fue que era un tranquilizante para caballos. ¿Cuánto de verdad hay en esto? A mí criterio muy poco. Si bien es cierto que la ketamina se usa en medicina veterinaria, se usa tanto para grandes animales como para pequeños.
Esta es una foto de la keta Holliday, como vemos en el frasco se la indica para perros y gatos. Sirve en realidad para cualquier animal. De hecho yo la utilizaba en investigación para hacer cirugías a roedores. No solo eso, sino que también es muy usada en medicina humana.
La ketamina es un anestésico que tiene la particularidad de aumentar la frecuencia cardíaca en lugar de disminuirla como lo hacen la mayoría, y sus dosis letales están muy lejos de la dosis activa, lo que ubica a la ketamina como una droga muy utilizada en los quirófanos de todo el mundo. Especialmente en los países del sur global debido a su bajo costo.
Si bien es cierto que la keta se puede usar en caballos, decir que es un anestésico equino sería tan honesto como decir que el agua es una bebida para perros. No toda afirmación cierta, es honesta.
Esta falta de honestidad con la ketamina y todo el tema del anestésico para caballos contribuyó en gran medida a que sea una droga estigmatizada, pese a no estar clasificada en las listas internacionales más restrictivas. Pero esto no impidió que su consumo aumente.
Las incautaciones de ketamina registraron un pico histórico a nivel mundial en 2022, un 70% de aumento respecto a 2021 en Asia y otras regiones, lo que ilustra una diversificación geográfica del tráfico de esta droga. Así lo indica el último informe mundial sobre drogas de la ONU (2024), que también revela un aumento del consumo en Europa, que se evidencia en un incremento de contenido de ketamina en las aguas residuales de 12 de 15 ciudades monitoreadas en 2022 y 2023. La droga que se produce de forma ilícita o lícita puede adoptar diversas formas y crecientemente se comercializa en mezclas de drogas como el tusi.
En EE.UU. la muerte de Matthew Perry por una supuesta “sobredosis de ketamina” está generando un aluvión de desinformación y pánico inducido por comunicadores y funcionarios públicos. Esta semana la DEA comparó la “prescripción excesiva” de la sustancia con los primeros días de la epidemia de opioides, insinuando que tomarán medidas contra las clínicas de ketamina que existen en EEUU para tratamientos de salud mental.
¿Qué efectos buscan los usuarios recreativos en esta droga anestésica?
La palabra anestesia deriva del griego ἀναισθησία (anaesthesia), que significa pérdida de la sensibilidad o insensibilidad. ¿Entonces tomamos keta para no sentir? Me gusta pensar que no, que la tomamos para sentir distinto.
La ketamina es una sustancia que disminuye nuestra sensibilidad, pero si se usa en una dosis que no la apaga, percibimos los estímulos de una manera atenuada y a la vez los procesamos de una manera novedosa. Nuestro estado mental es otro, podemos tener sensaciones, pensamientos, sentimientos y deseos diferentes a los que vivenciamos sin sustancias de por medio o bajo el efecto de otras drogas.
Ahora bien, ¿cómo cambian los efectos de la ketamina con distintas dosis por vía esnifada?
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Dosis media baja (10 A 20 mg): El tiki para aflojarnos un poco en la fiesta.
Para muchas personas resulta anti intuitivo tomar un depresor en medio de una fiesta. Sin embargo otros depresores como el alcohol son también muy usados en la noche, es que a dosis bajas las drogas depresoras suelen tener un efecto desinhibitorio. ¿Por qué? En situaciones sociales la corteza prefrontal se encarga constantemente de inhibir nuestros impulsos y marcarnos los comportamientos “adecuados” según las normas sociales imperantes.
Drogas depresoras como la keta o el alcohol, interfieren con estos circuitos prefrontales. De esta manera, las dosis bajas nos activan porque “relajan” un circuito inhibitorio. Pero algo que diferencia a la keta del alcohol es que no solo nos desinhibe, también nos afloja el cuerpo y produce un efecto que nos hace sentir más elásticos, fluidos, como si el cuerpo fuese semi líquido.
La ketamina suele tomarse en fiestas junto con éxtasis, la famosa pasti-keta que combina la energía y empatía del MDMA con la fluidez de la keta, un estado que muches buscan en la pista de baile.
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Dosis alta (25 a 50mg): El lagarto hogareño para derretirnos en el sillón.
Con dosis medias o altas, se genera una relajación extrema del cuerpo y la mente. Todo dolor o pequeña incomodidad física pareciera desaparecer rápidamente. Posiciones que en otro contexto resultarían incómodas, casi inhabitables, de pronto son totalmente confortables y la sensación de bienestar físico es muy grande.
Cuando se comparte con otras personas, la charla puede fluir libremente, temas que en otra ocasión resultarían tabú como la muerte o enfermedad se pueden hablar con total naturalidad. Para algunos esto tiene algo de siniestro, a otros nos parece muy bello.
En este estado también es habitual usar la keta para compartir momentos eróticos, el límite entre el cuerpo propio y el del otre puede confundirse, se llega a un estado de fusión corporal que puede ser muy placentero. Tan es así que para algunes usuaries, keta es sinónimo de sexo y hay quienes la usan casi exclusivamente para eso.
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Dosis muy alta (100 mg): El K hole
Con dosis altas de ketamina se puede llegar a un estado en el que sentimos salir de nuestro propio cuerpo. Pareciera que flotamos en un estado etéreo que a muches les remite a una sensación de muerte pero no con miedo sino con placer. Algunas personas describen en este estado verse a sí mismas desde afuera cual observador externo, experiencia que puede ser tan interesante como inquietante según la subjetividad de cada une.
Me parece necesario aclarar que este estado no es fácil de alcanzar ni aconsejable de buscar si no hay una importante experiencia previa con la ketamina. Siempre en buena compañía y en lugares confortables. Es muy probable que con estas dosis quedemos tirades sin poder movernos durante un buen rato.
Hasta ahora hablamos de dosis bajas, medias y altas, pero ¿a qué nos referimos con eso? En el caso de las drogas esnifables (la keta normalmente se inhala o aspira más de lo que se toma por vía oral) lo más común es ir midiendo a ojo el tamaño de las rayas. Aquí una imagen orientativa.
Estas dosis no pueden tomarse como ley. Hay múltiples factores que influyen en la intensidad de los efectos: la pureza de la sustancia, la tolerancia adquirida, la masa corporal, la vía de administración, las mezclas con otras sustancias y el contexto. Lo que para alguien es una dosis media o baja, para personas no habituadas puede ser una dosis alta.
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Dosis como inductor anestésico: 1 a 2 mg/kg.
Serían como máximo 160 mg en una persona de 80kg(1). Son dosis similares a las de un K-hole. Por ese motivo, la posibilidad de inducir estados psicoactivos muy intensos junto con la anestesia.
En medicina, es muy raro usar la ketamina sola como inductor anestésico, y más bien suele combinarse con otras drogas para asegurar la inconsciencia total. El uso exclusivo de ketamina como anestésico se reserva para pacientes especiales que no tolerarían otros anestésicos.
¿Podemos morir de sobredosis de ketamina?
Como todo depresor del sistema nervioso, en altas dosis puede ser letal, sin embargo el margen de seguridad de la keta es muy alto. No se conoce la dosis letal en humanos pero las estimaciones más conservadoras proponen que es alrededor de los 11,3 mg/kg, unas diez veces la dosis anestésica(2). Otras estimaciones hablan de dosis letales de ketamina superiores a los 25mg/kg, más parecidas a lo que se observó en el estudio con mamíferos no humanos.
Sería muy raro morir por sobredosis de ketamina, a menos que se la combine con otros depresores como alcohol o GHB. De hecho, los casos fatales descritos en la literatura son por combinación de keta y otras sustancias(1).
¿Qué pasó con Matthew Perry? ¿Sobredosis de ketamina o ahogamiento?
El actor de Friends, Matthew Perry, ¿murió de sobredosis de keta? Revista Mate contactó al departamento de medicina forense de Los Ángeles (Estados Unidos), que nos dio acceso al informe toxicológico con la concentración de ketamina encontrada en su cuerpo.
En el cuerpo de Perry circulaba una altísima dosis de ketamina: 9mg/kg, aunque menor a la dosis letal. El actor atravesaba una terapia de infusión (intravenosa) de ketamina para el tratamiento de la depresión, y también era un usuario de larga data, lo que además señala un nivel de tolerancia alto. Esto haría que la dosis letal deba ser mucho mayor que para una persona no habituada al consumo.
Los medios de comunicación y los mismos forenses señalaron los “efectos agudos de la ketamina” como la causa de muerte, aunque las dosis que se encontraron en su cuerpo hacen mucho más probable que Perry se desmayó y se ahogó en el jacuzzi donde lo encontraron.
Estos días avanzó la causa judicial haciendo foco en la ketamina, con acusaciones contra sus médicxs, asistente y dealer por proveer la sustancia al actor y lucrar con ello. Pero nadie contrasta la información de la dosis encontradas por la autopsia con las dosis letales. El informe de la autopsia señaló que el nivel de ketamina hallado por los investigadores en la sangre de Perry era equivalente a la cantidad que se utilizaría durante la anestesia general.
Como vimos antes, la dosis de anestesia general es 10 veces menor que la dosis letal de ketamina. Y como señala el propio informe forense, hubo otra causa vinculada a la muerte de Perry: el ahogamiento.
Según la oficina del médico forense, el ahogamiento, la enfermedad de las arterias coronarias y los efectos de un opioide, la buprenorfina, fueron factores que contribuyeron pero no estaban inmediatamente relacionados a la causa de muerte.
¿La ketamina es un psicodélico?
Muchos autores clasifican la ketamina como psicodélica. Es cierto que en dosis altas pueden aparecer efectos con características psicodélicas, por ejemplo, el K hole es claramente una experiencia psicodélica. Sin embargo, la enorme mayoría de las veces que se usa ketamina no se alcanzan esos estados, en general no es esa la búsqueda.
Si nos fijamos en el mecanismo de acción, es muy distinto a los psicodélicos clásicos como el LSD, la psilocibina, la mescalina o el DMT que actúan estimulando al sistema serotoninérgico. La ketamina, como todo anestésico, es un depresor del sistema nervioso central y actúa inhibiendo receptores de glutamato, el principal neurotransmisor que activa el sistema nervioso.
El efecto subjetivo depende de la interacción entre la droga y la persona que la usa, en el caso de la keta me gusta pensarla como un depresor con la capacidad de inducir estados psicodélicos en ciertas personas.
¿Es la ketamina una droga disociativa? ¿Qué significa eso?
Sí, la ketamina se reconoce por toda la comunidad médica como anestésico disociativo, porque genera una depresión heterogénea del sistema nervioso. Entonces, a determinadas dosis puede generar un estado de cuasi inconciencia, amnesia, analgesia e insensibilidad táctil a la vez que el paciente se mantiene vigil y responde a algunos estímulos. La persona tiene disociadas sus funciones, algunas están muy deprimidas (las físicas) y otras conservadas (las mentales). Por eso se habla de una disociación entre cuerpo y mente.
¿Qué debemos saber para reducir los riesgos si vamos a usar ketamina?
- Como droga depresora del sistema nervioso, es peligroso combinarla con otros depresores como alcohol, GHB o benzodiacepinas. Tampoco es recomendable tomarla con el estómago lleno ya que puede inducir vómitos.
- Hay que tener mucho cuidado con las dosis, no se deben armar rayas como las de cocaína, sino que deben ser más pequeñas. Es buena idea hacer una dosis test para empezar, yendo de menos a más hasta conocer tu dosis justa, las primeras veces no más de 10 a 15 mg.
- Hay que tener especial precaución con la redosificación, ya que la vida media de la keta es de 2 a 3 horas. Si redosificamos a la hora y media después de haber tomado, todavía tenemos más de la mitad de la dosis inicial circulando en nuestro cuerpo.
- Nunca tomar por primera vez en un boliche o espacio público, ya que si nos pega mucho y necesitamos tirarnos en un lugar confortable a descansar, podemos pasar de lo que hubiese sido un cómodo descanso a una experiencia muy desagradable.
- El caso de Perry nos enseña que nunca debemos usar altas dosis de depresores si estamos sumergidos en el agua.
- Lo ideal para su consumo es hacerlo rodeado de personas de confianza, ya que podemos entrar en estados de mucha vulnerabilidad.
¿Usar ketamina produce daños a largo plazo?
El uso crónico de ketamina puede producir cistitis ulcerosa, es decir, úlceras en la mucosa de la vejiga. Esto puede generar urgencia miccional e incontinencia urinaria además de disuria (dolor y molestias al orinar), en casos graves genera hematuria (sangre en la orina) y podría incluso producir la pérdida de la vejiga en situaciones extremas.
Sin embargo la mayoría de los usuarios no sufren este efecto adverso que depende de la predisposición individual, las dosis y la frecuencia de uso. Para evitarlo se recomienda espaciar el uso lo más posible para disminuir la incidencia de su toxicidad sobre la mucosa de la vejiga. Si el uso no es frecuente, la mucosa vesical puede recuperarse entre sesión y sesión.
Lamentablemente, no se conoce con exactitud el intervalo seguro de uso, sin embargo los pacientes con cistitis ulcerosa suelen ser usuarios diarios y de larga data.
¿Qué parámetro podemos usar para cuidarnos de este efecto si la ciencia aún no lo dilucida? La referencia podría ser el uso como antidepresivo, donde se aplica dos veces por semana, y en estos pacientes la cistitis ulcerosa por ahora no es un problema. No superar nunca esa frecuencia sería una manera de cuidarnos.
Debemos estar muy atentos a cualquier alteración en nuestra orina y ante cualquier cambio, suspender el uso y consultar a un médico.
Diferencias entre (S)-ketamina y (R)-ketamina
La ketamina está compuesta por dos sustancias en cantidades iguales. 50% de (S)-ketamina y 50% de (R)-ketamina. La estructura de estas dos hermanas es prácticamente igual, son moléculas formadas exactamente por los mismos átomos pero ubicados de manera diferente en el espacio. La (S)-ketamina es más potente que la (R)-ketamina.
¿Cómo se usa la ketamina para depresión? ¿Es similar al uso recreativo?
De todos los usos de la keta, el más difundido es para la depresión. Según muchos investigadores, el uso de la keta podría representar el mayor avance en el tratamiento de la depresión desde el surgimiento de los ISRS (escitalopram, fluoxetina, paroxetina, sertralina, etc.) a mediados del siglo XX.
Después de una sola dosis de ketamina intravenosa de 0,5 mg/kg se produce un efecto antidepresivo con disminución de la ideación suicida que comienza a las 2 hs y dura 2 semanas(1). Esto es muy importante ya que los tratamientos antidepresivos típicos demoran al menos 2 semanas en comenzar a hacer efecto y la ketamina podría ser clave para cubrir esta ventana.
En varios ensayos clínicos se demostró rotundamente que el uso periódico e intranasal de (S)-ketamina (3) sumada a los tratamientos convencionales, mejora fuertemente la depresión mayor, esto llevó a que actualmente su uso como antidepresivo esté aprobado en EE.UU. y Europa. Para que tomemos dimensión, en EE.UU. hay alrededor de 500 clínicas legales de ketamina, destinadas a tratamientos de salud mental.
Los ensayos clínicos que llevaron a la aprobación de la (S)-ketamina intranasal constan de inhalaciones una o dos veces por semana de dosis que varían entre 28 a 84 mg. Importante destacar que en uno de los ensayos usan ketamina corriente y también funciona(4).
Llama la atención que tanto a nivel de dosis como de frecuencia de uso, hay fuertes semejanzas con el uso “recreativo” que le dan muchas personas. ¿Están dándole un uso antidepresivo sin saberlo?
La idea de uso “recreativo” no contiene todas las búsquedas con sustancias y quizás sea necesario plantearnos como comunidad: ¿Para qué usamos drogas?
Cada vez circula más ketamina, ¿es para preocuparse?
En los últimos años pasó de ser una droga que se usaba principalmente en el mundo de la música electrónica a extenderse a casi todos los ámbitos festivos donde se usan sustancias. En Argentina la sustancia fue consumida alguna vez en su vida por el 0,3% de la población, según datos oficiales de 2022.
La keta es parte de la escena musical, con artistas mainstream como Ca7riel y Paco Amoroso que confiesan haberla tomado para su último disco “Baño maría”, título que alude a la forma de preparar la keta.
Con la crisis económica que estamos atravesando, su bajo precio podría ser un factor de expansión. La ketamina es barata porque se fabrica de manera legal y en el país. Mientras que drogas ilegales como el MDMA son más caras por su producción clandestina y circuito de tráfico ilegal.
A nivel global, el hecho de que Elon Musk haga público su uso de ketamina sin dudas contribuyó a poner la sustancia en agenda y también a desestigmatizarla. Por más de que no estemos de acuerdo, las acciones de un magnate multimillonario para muchas personas indica que la keta es “buena” o, al menos, no es nociva. Pero ni la keta es lo mejor del mundo porque la use Elon Musk ni un arma asesina que mató a Matthew.
Las drogas son herramientas y como tales tienen riesgos y beneficios. El carácter moral que les otorgamos es siempre equivocado. Las drogas no son buenas ni malas, pero sí nos pueden perjudicar o beneficiar según el uso que les demos.
Lo que mata es la ignorancia y los prejuicios, no las drogas. Como con cualquier droga, si vas a tomar keta, es clave elegir bien la ocasión y compañía y recordar que la droga por sí sola no lo es todo, la experiencia la construimos nosotres.
Bibliografía:
- Yavi M, Lee H, Henter ID, Park LT, Zarate CA Jr. Ketamine treatment for depression: a review. Discov Ment Health. 2022;2(1):9. doi: 10.1007/s44192-022-00012-3. Epub 2022 Apr 15. PMID: 35509843; PMCID: PMC9010394.
- Vwaire J. Orhurhu; Rishik Vashisht; Lauren E. Claus; Steven P. Cohen. Ketamine Toxicity. 1 Beth Israel Deaconess Medical Center, Johns Hopkins University, Johns Hopkins School of Medicine
- An D, Wei C, Wang J, Wu A. Intranasal Ketamine for Depression in Adults: A Systematic Review and Meta-Analysis of Randomized, Double-Blind, Placebo-Controlled Trials. Front Psychol. 2021 Jun 1;12:648691. doi: 10.3389/fpsyg.2021.648691. PMID: 34140915; PMCID: PMC8204747.
- Lapidus, K. A., Levitch, C. F., Perez, A. M., Brallier, J. W., Parides, M. K., Soleimani, L., et al. (2014). A randomized controlled trial of intranasal ketamine in major depressive disorder. Biol. Psychiatry 76, 970–976. doi: 10.1016/j.biopsych.2014. 03.026.
