Gustavo Petro declaró que “La cocaína no es más mala que el whisky” durante una cadena nacional. Fue en el contexto de intercambios de alto voltaje entre el Presidente de Colombia y su par de Estados Unidos, Donald Trump, por los conflictos migratorios entre los dos países.
Tiene razón porque lo respalda la evidencia científica. En 2010 el investigador David Nutt publicó su “Análisis de múltiples criterios” en The Lancet, la prestigiosa publicación científica. Allí estableció un puntaje de daño de distintas sustancias psicoactivas con base en una multiplicidad de dimensiones.
El estudio, que analiza daños al individuo (físicos, psicológicos y sociales) y a terceros (sociales y físicos), encontró que el alcohol es la sustancia más dañina de todas, considerando a las legales y las ilegales. Incluso por encima de la heroína y el crack.
El análisis de múltiples criterios aplicado a Reino Unido otorgó el puntaje más alto al alcohol, seguido del crack, la heroína, las metanfetaminas y luego la cocaína.
En 2015 el mismo análisis se realizó en toda Europa, encontrando resultados similares, que ubicaron en primer lugar al alcohol, seguido de la heroína, crack y luego cocaína.
En la misma alocución, el presidente colombiano resaltó que la cocaína es ilegal porque se produce en América Latina. Y dijo que “El negocio se podría desmantelar fácilmente si legalizan la cocaína en el mundo”. Además, señaló que son los opioides sintéticos como el fentanilo “los que están matando” a los estadounidenses, enfatizando que “eso no se fabrica en Colombia”.