El domingo pasado alrededor de las 18, el formoseño Ivan Rojas García se encontraba pasando el fin de semana en la localidad de El Colorado, en el interior de la provincia del noreste. “Yo no estaba haciendo nada específico, estaba afuera del parque acuático haciéndole compañía a una persona que estaba vendiendo pulseras y fumando un cigarrillo de tabaco. Pero de la nada vino un policía con un uniforme verde agua y cuello azul marino, y nos preguntó qué estábamos fumando”, relata en diálogo con MATE.
Desde diciembre de 2021, Ivan está aprobado en el programa REPROCANN, ya que a raíz del uso medicinal de marihuana, a sus 18 años de edad pudo paliar el insomnio por trastorno de ansiedad que le habían diagnosticado hace tiempo. “Hoy en día la mejora sintomatológica y mi calidad de vida dependen de que yo siga el tratamiento con fitocannabinoides”, asegura.
Sin embargo, el domingo pasado tuvo que explicarle al policía que lo amedrentó, que gracias a su autorización, se encuentra autorizado legalmente por el Ministerio de Salud para tener y transportar y cannabis de forma medicinal en todo el territorio nacional. “Pero después de que le conté eso llegaron 3 personas más vestidas de civiles, que pertenecen al Departamento de Drogas Peligrosas de Pirané, en una Ford Ranger verde que no tenía ninguna identificación”.
Consultado por el hecho que originó la detención, Iván cuenta que primero lo demoraron de forma arbitraria, porque el policía que lo cuestionó no tenía forma de saber que tenía marihuana en su riñonera. “Yo todavía no la había mostrado y no había cometido ningún delito frente a sus ojos. No tenía por qué revisarme si solamente estaba fumando tabaco”.
Disclaimer: aunque hubiese estado fumando cannabis, el Ministerio de Salud informó que no es un delito usar cannabis en la vía pública si la persona está inscripta en el REPROCANN, ya que este instrumento habilita la tenencia y el transporte. La información se puso de relevancia a raíz de un caso ocurrido el 3 de febrero en Cipolletti, donde la policía violentó a una usuaria autorizada por creer que estaba armando un cigarrillo de marihuana en la vía pública.
Posteriormente, el jóven le mostró su riñonera a la policía de Drogas Peligrosas y exhibió su carnet del Reprocann, sabiendo que no estaba cometiendo ningún delito. El procedimiento que deberían haber llevado adelante implica, como mucho, sacarle una foto o escanear el código QR que figura en el carnet, pero con la excusa de querer pesar el cannabis que tenía Iván, le dijeron que lo iban a llevar a la comisaría.
“Yo me subí a la camioneta porque ellos me prometieron que sólo iban a pesar el cannabis y que me iban a traer otra vez al parque acuático. Yo no tenía problema de que lo pesen, porque tenía todo en regla. Pero me mintieron” reafirmó.
Privación ilegítima de la libertad
Mientras Ivan estaba en la comisaría, la mamá de su hija fue a preguntar por su paradero reiteradas veces, pero le dijeron que ahí no estaba. Cuando la divisó, le hizo señas con las manos a la joven desde adentro, hasta que finalmente pudo ver que Iván estaba detrás de la comisaría, en la parte de Drogas Peligrosas. “Recién a las 20:00 le dieron la información acerca de mi paradero a mi gente que fue a ver dónde estaba”.
Al rato llegó el subcomisario Silva desde una localidad cercana llamada Villafañe, ya que al ocurrir un domingo, el subcomisario no estaba trabajando en el momento de la detención. Su hipótesis es que como tuvo que ir hasta allá por su culpa, lo notó con una actitud prepotente de entrada. “Me comunicó que se había asesorado con un juez que le dijo que Formosa no está adherida a la ley 27.350 de cannabis medicinal y por eso me iban a detener. Es cierto que no está adherida, pero eso no significa que quede inhabilitada la autorización del registro Reprocann”.
Según explicó a MATE Gustavo Leguizamón, abogado defensor de Iván, “la ley es de alcance nacional y resulta irrisorio que si alguien padece algún trastorno tratable con cannabis, se tenga que ir a vivir a otra provincia para sostener el tratamiento. En mi opinión ese planteo es inconstitucional, porque la ley es de orden público y debería tenerla en cuenta más allá de que la provincia no adhiera”. Además, “hay una serie de derechos fundamentales que están por encima de las leyes provinciales y nacionales, que tienen que ver con el derecho a la salud, el buen honor, los derechos humanos”, amplió.
“En mi opinión ese planteo es inconstitucional, porque la ley es de orden público y debería tenerla en cuenta más allá de que la provincia no adhiera”, nos dijo el abogado de Iván.
Efectivamente detuvieron a Iván, le pusieron unas esposas, le sacaron una foto y lo llevaron a una celda común a donde se encuentran personas de la población carcelaria general. Según describe “era una habitación de 2,5 x 2,5 m como mucho y éramos nueve personas adentro”. La situación de estrés comenzó a empeorar cuando, debido al secuestro de su aceite, se vio obligado a interrumpir el tratamiento que venía sosteniendo todos los días, que implica la toma de tres gotas a las 22:00, para poder conciliar el sueño.
“Me agarró un ataque de ansiedad ahí adentro de la celda, porque es lo que me pasa en situaciones de estrés, sentía que me iba a morir, mi cabeza sobre pensaba, estaba temblando y llegué a convulsionar dos veces adentro de la celda. Pedí que llamaran a algún médico para que me recete un ansiolítico o me aplique un calmante, pero la policía se negó en todo momento a darme atención médica. Por esto mismo soy paciente y el cannabis es mi tratamiento, pero tampoco me lo querían dar. Todavía no me lo devolvieron”, recuerda el joven. Y continúa detallando: “me negaron mi derecho a la salud sacándome mi medicina y encima no querían llamar a ningún médico, posiblemente porque iba a ver el estado en el que estaba, que no era normal lo que me estaba pasando. Y lógicamente iban a tener problemas”.
Su abogado defensor profundizó en que los temblores previos a la convulsión duraron 6 horas aproximadamente. Recién a raíz de esas convulsiones la policía decidió sacarlo de la celda y llamar a sus xadres para preguntarles cómo debían actuar frente a esta situación. Les dijeron que le dieran 3 gotas de aceite y mejoró notablemente su condición cuando lo hicieron.
En este caso podemos observar abuso de autoridad, omisión de auxilio y una serie de irregularidades por parte de la policía como privación ilegítima de la libertad. Según cuenta el abogado defensor, la policía alega que Ivan no se identificó como usuario medicinal y lo acusa de haber estado vendiendo porque tenía sus cogollos en una bolsita. “La policía dice que les alertaron que él estaba vendiendo, pero no hay ningún tipo de prueba. La única prueba es que le secuestraron su aceite y su materia vegetal y rompieron la bolsita para decir que estaba fraccionando” reafirmó.
Finalmente Iván fue liberado el mediodía del lunes. Sobre su situación actual, Leguizamón explica que en total se le secuestró 1 gotero de aceite de cannabis que estaba por la mitad y 10 gr de cogollos en seco. Por otro lado, “la causa, que es infracción al art. 14 de la 23.737, se originó desde que está el sumario preventivo, pero todavía no llegó ese documento a la capital de Formosa, por lo que no pudimos tener acceso. No sabemos qué dice exactamente la policía en relación a las actuaciones y ahí mismo vamos a ver si el juez permitió que se siga con el procedimiento aun en conocimiento de que Iván es usuario registrado o no”.