Recientemente, me enteré de que el reporte de caso que publiqué el año pasado en la Vertex, Revista Argentina de Psiquiatría, fue incluido en el nuevo libro del Dr. James Fadiman (referente a nivel mundial en el campo de los psicodélicos), llamado “Microdosing for Health, Healing, and Enhanced Performance”, como modelo de un proceso de desmedicalización de psicofármacos con microdosis de hongos psilocibios. Fue el primer reporte publicado a nivel científico de esta práctica que viene siendo utilizada por profesionales de forma “underground”.
Paso a contarles sobre la persona en cuestión y las particularidades del abordaje. Voy a simplificar el lenguaje, así se entiende; si gustan y quieren saber más, pueden remitirse al estudio original.
Se trató de une paciente no binarie, se autodenominaba neurodivergente, de 19 años de edad, que presentaba un cuadro depresivo de larga data. Venía tomando psicofármacos antidepresivos y un medicamento antipsicótico (en dosis que potencian el antidepresivo, es decir, no presentaba una “psicosis”) luego de un intento de suicidio que había realizado 3 años atrás.
Informaba que desde su juventud tenía dificultades vinculares, en adaptarse a los códigos sociales y episodios de depresión con desconexión emocional. Pero que luego de su intento de suicidio, asociado al uso de psicofármacos (que no lograban retirar por los síntomas que le provocaba), sentía “desconexión de la vida”, desgano, con poca energía para las tareas cotidianas, no sentía angustia o tristeza franca, pero no encontraba verdaderas razones para vivir, a pesar de no querer quitarse la vida.
El proceso de desmedicalización con microdosis
Nos solicita su acompañamiento, apelando a su derecho de autonomía, en un marco de reducción de riesgos y daños, se lo acompañó en un proceso de 7 meses de duración en total, con microdosis de hongos psilocibios. Se logró la suspensión total de toda la medicación, incluyendo las microdosis y la remisión del cuadro, sin síntomas de retirada de sus medicamentos.
Lo interesante no fue solo eso, sino cómo fue mejorando en múltiples áreas de su vida: recupera la alegría, ganas de vivir, se independiza, cambia de trabajo, mejora a nivel personal, vincular y social, puede poner límites, se ocupa de su salud, de sus hábitos higiénico-dietéticos y se muestra con mayor apertura y receptividad a la psicoterapia.
Lo más significativo fue la conexión emocional, que no volvió a nivel previo, sino que fue a un lugar que nunca había sentido. Esto derivó en un trabajo posterior, de reconocimiento emocional, validación y manejo de “esas nuevas emociones”.
Volviendo, ¿y por qué será que se utiliza de forma underground? Porque a la fecha son prácticas prohibidas. ¡Sí, prohibidas! Se encuentran en listas de sustancias controladas, adjudicándoles propiedades que, con el conocimiento actual que se tiene, resultan obsoletas y prehistóricas.
La psilocibina o psilocina, como un reduccionismo de los hongos psilocibios u “hongos mágicos”, presentan un margen de seguridad altísimo, con dosis letales estimadas de psilocibina que son más de 1000 veces superiores a las dosis terapéuticas(1)(2). Esto fue evaluado en dosis muy altas, pero no significa que no tenga riesgo alguno.
Por el hecho de ser una sustancia, tiene un efecto. Y como sabemos, no todas las sustancias o medicinas son para todo el mundo. Siempre hay contraindicaciones, precauciones, usos correctos e “incorrectos”. No todas las personas o en todo momento podemos hacer uso de estas sustancias. De hecho, según la legislación actual, ninguno debería.
Pero, ¿qué hay detrás de esta prohibición? ¿Por qué hay un movimiento a nivel mundial que desafía las reglas, que se expone a penas judiciales o a incluso perder la libertad? ¿Por qué hay tantos profesionales que se arriesgan a pesar de la posibilidad de perder sus matrículas, que les permiten ejercer su profesión?
Puedo hablar desde mi humilde visión. Yo soy médica especialista en medicina interna, psiquiatría y psicoterapeuta vincular familiar (Claudia Messing), ya no recuerdo cuándo dejé de estudiar, porque lo hago todo el tiempo. Hace varios años, estaba un poco desesperada con mi profesión de psiquiatra, no así, como terapeuta, que lograba resultados maravillosos; pero había pacientes a los que no lograba ayudar del todo.
La farmacopea que tenía era limitada, los efectos adversos, a veces devastadores, otras veces no alcanzaban y otras “robotizaban”. Al punto que estaba considerando, de alguna manera, abandonar la psiquiatría, con un dolor en el alma, ya que desde que tengo uso de razón quise ser médica.
En fin, contextualizo para que se entienda algo de lo que sentía, que creo que le debe seguir pasando a muchos profesionales. Cuando empecé a ver, escuchar y trabajar con estas medicinas, recuperé la emoción por mi profesión: la esperanza de poder ayudar. Y sentí que debía intentar dar a conocer este tipo de abordajes por los resultados observados.
Cada vez son más los testimonios de personas que han podido transformar su vida. Pero no hay que olvidar que estamos hablando de psicoterapia asistida con psicodélicos. Creo que ese es el punto y una de las limitaciones que se encuentra en los ensayos clínicos controlados, donde se busca sostener los paradigmas de medicalización anteriores, esperando que una pastilla sea la que va a resolver el problema. Aquí es la persona y todo lo que haga, entienda y mueva, la que va a cambiar la situación a una posible mejoría o resolución.
Les invito a leer el caso aquí.
Y en el libro del doctor Fadiman junto a múltiples testimonios de lo que se conoce como “ciencia ciudadana” con las microdosis y, desde ya, la inmensa cantidad de ensayos y trabajos con dosis plenas de psicodélicos que hay difundidos en toda la red.
* * *
*Mariana Zarankin es médica con diploma de honor de la UBA, especialista en medicina interna y psiquiatría. Dedicada a la psiquiatría integrativa, psicoterapia psicodélica y cannabis medicinal. Terapeuta Vincular Familiar con entrenamiento avanzado en el modelo terapéutico EMDR y Bioenergética. Investigadora, divulgadora científica y educadora en tratamientos asistidos con psicodélicos. Miembro fundador del Instituto de Terapia Vincular Familiar (ITVF) y de la comisión directiva de la Sociedad Argentina de Terapia Familiar (SATF). Directora de la formación El arte de la microdosis y el Podcast Psicodélicamente. Podés contactarla en @dra.marianazaranakin o dramarianazarankin.com
Referencias bibliográficas
- Zarankin M, Pellegrini MS, Zenteno F. Tratamiento con microdosis de hongos con psilocibina en trastorno depresivo mayor: reporte de un caso [Psilocybin fungi microdose treatment in major depressive disorder: a case report]. Vertex. 2024 Jul 10;35(164, abr.-jun.):33-39. Spanish. doi: 10.53680/vertex.v35i164.544. PMID: 39024488. Disponible acá.
- Gable, Robert. (2004). Comparison of acute lethal toxicity of commonly abused psychoactive substances. Disponible acá.
- Matthew W. Johnson, Roland R. Griffiths, Peter S. Hendricks, Jack E. Henningfield. (2018). The abuse potential of medical psilocybin according to the 8 factors of the Controlled Substances Act. Disponible acá.