Uno de los grandes problemas en la cannabicultura fue la imposibilidad de investigar, que significa perdernos la creación de observaciones científicas valiosas, que sean la base para otros conocimientos posteriores.
Esto fue así hasta los últimos años, pero con la apertura del cannabis en Uruguay, Estados Unidos y Canadá, se abren nuevos horizontes para la investigación científica.
Con la posibilidad de investigar, podemos poner a prueba lo que dábamos por cierto. En definitiva, hacer ciencia no es otra cosa que observar a través de la pregunta de por qué hacemos lo que hacemos y de generar una respuesta tal, que sea replicable.
Es importante que en estos tiempos empecemos a revisar nuestras prácticas de cultivo con especial atención en aquellas que aún no fueron comprobadas por la evidencia, aunque se sostengan en el tiempo por la práctica y la repetición.
Si no hacemos una revisión, corremos el riesgo de que los errores que hoy pasan desapercibidos, nos encuentren mañana a gran escala, con consecuencias graves que pueden ser evitables.
Dentro de estas prácticas que todavía no habían sido revisadas pero que son ampliamente utilizadas se encuentra “El lavado de raíces”. Y enseguida que googleamos sobre el tema, empieza la trampa discursiva: cuando una persona que está comenzando con el proceso de aprendizaje en el autocultivo escucha, lee o se informa con declaraciones como ésta: “Lavar las raíces de tu marihuana antes de cortarla puede suponer la diferencia entre el mejor cogollo y la peor hierba” y después va a otra pagina y le aseguran que: “Si no hacemos un lavado de raíces, al probar los cogollos cosechados vamos a sentir un sabor para nada agradable y muy probablemente al fumar nos produce mucha tos”. Entonces, es muy probable que quien empieza en el cultivo, realice un lavado de raíces, porque las consecuencias de no hacerlo son tan altas como “arriesgarte a tener metales pesados en tu cultivo”.
Cuando todo el trabajo duro de meses, o incluso más, se pone en riesgo por no lavar raíces, es muy difícil que dejemos de lado el lavado. La mayoría de cultivadorxs, especialmente quienes están arrancando, quiere que sus flores tengan el mejor sabor posible y que cuando las conviden estén ricas, sabrosas y que los terpenos resalten en el paladar sus características únicas. Y así, poder esgrimir con justa razón el viejo argumento: “no serán las más densas, pero están ricas y pegan, además no te raspan”.
El sabor es la cualidad última que persiguen las personas que cultivan y, según lo que leemos, nada mata más al sabor que no lavar raíces. Quizá sea el temor al mal gusto y el humo rasposo la razón por la que no nos preguntamos si esto que venimos afirmando una y otra vez, es enteramente así.
Basta con buscar “Lavado de Raíces” en Google y clickear en las primeras opciones. No importa quién hable del tema: no se citan fuentes que legitimen las afirmaciones.
Son palabras fuertes, por eso las pongo a juicio del lector. Si no hay fuente, significa que es una recopilación de información que no podemos comprobar. Que no deberíamos tomar como cierta a priori. Ante la falta de fuentes, Ed Rosenthal comenta: “no se han hecho estudios para determinar la eficacia del lavado de raíces”, sin embargo, la falta de estudios tampoco comprueba realmente la veracidad del argumento. Puede que sí, puede que no. Y aún con esa incógnita, prolifera un mercado que apunta directamente a fomentar y vender productos destinados al “lavado de raíces”.
Hasta hace 5 años, la comunidad de cannabicultores no tuvo posibilidad de poner en tela de juicio su metodología por las estrictas legislaciones sobre la investigación del cannabis. La investigación de la planta por parte de empresas siempre habilita conflictos de intereses. El desarrollo de la investigación se centra en el producto, pero no busca aportar un mayor conocimiento a la comunidad. Si fuera distinto, entonces veríamos sus propias investigaciones publicadas como fuentes.
Con el cambio de leyes en el cultivo de cannabis y cáñamo, las universidades comienzan a investigar la planta. Así nace la posibilidad de un conocimiento mucho más específico y puntual sobre lo que está sucediendo en cada momento del proceso de cultivo.
La ciencia nos trae la posibilidad comprobar las técnicas de cultivo enquistadas para obtener evidencia que podamos tomar como modelo para nuestros cultivos. Esta es una de nuestras mejores ganancias si aceptamos el desafío de ser dinámicos y seguimos adaptando nuestras prácticas, puliendo lo que ahora comprendemos que no sirve y acentuando lo que reconocemos que sí. Cuanto menos adivinemos, mejor. Una buena manera de lograrlo es apoyarnos en estudios, evidencia e información con respaldo que podemos citar y comparar.
Los estudios
A medida que los países avanzan en una legislación hacia la regulación del cannabis comienzan a florecer las posibilidades de investigación y desarrollo alrededor de la planta. En Argentina estamos empezando a vivir ese proceso y es fundamental que nos apoyemos y confiemos en nuestras universidades mientras logran avances relevantes.
En América del Norte nos llevan ventaja y la forma más inteligente de acortar esa brecha es viendo lo que hacen y cuáles son sus conclusiones. Lo que vale lejos al norte, también sirve bien cerquita en nuestra tierra.
Un trabajo muy importante al respecto es el de Jonathan Stemeroff, que presentó en 2017 a la Universidad de Guelph, Ontario. La tesis para su Máster en Ciencia Ambiental se titula “Estrategias de gestión de irrigación de cannabis medicinal en espacios controlados” y tiene como objetivo determinar cuál es la relación entre el agua ambiental y el potencial hídrico de la planta, las consecuencias de sequías controladas en la producción de flores, la cantidad de cannabinoides y otros compuestos medicinales en la planta (como terpenos) y por último, lo que nos compete: el impacto del lavado de raíces en los elementos que componen a la flor luego de ser cosechada.
El investigador reconoce que la información acerca del cultivo y principalmente de la gestión del riego es muy variada, pudiendo encontrar recomendaciones como: “Elimina las acumulaciones de sales en los medios de cultivo aplicando dos litros de agua por cada litro de medio de cultivo y repitiendo la lixiviación con una solución suave de fertilizante con el pH corregido. Lixivia el medio de cultivo en intervalos de dos a cuatro semanas”, dice Jorge Cervants en la mítica “Biblia del Cultivador Medicinal de Interior y Exterior”, que a pesar de ser bien intencionada, sostiene conclusiones que no se derivan de evidencia alcanzada con una metodología científica, lo que le otorga a la información un carácter anecdótico.
“La falta de información vuelve difícil a la producción cuando los cultivadores se apoyan en evidencia anecdótica que puede ser aplicable a su sistema productivo o no, en lugar de fuentes científicas probadas”, explica Stemeroff en su tesis. Opina que aplicar un proceso científico riguroso al desarrollo de las estrategias de producción puede limpiar la doctrina anecdótica que reina en la industria de la producción medicinal de cannabis.
El otro estudio que compartimos es de RX GreenTech, que investiga el lavado de raíces como metodología de cultivo para mejorar las cualidades organolépticas de la planta. Este estudio publicado en Enero de 2020, se propuso determinar cuál es la influencia de distintos tiempos de lavado de raíces en el perfil químico, sabor, olor y características de combustión del cogollo.
La información recopilada a lo largo del estudio fue analizada estadísticamente para determinar si los tiempos del lavado de raíces afectan las condiciones de fumado, el peso de las cosechas o las características químicas de la planta.
Resumen del cultivo en el estudio de J. Stemeroff
La investigación fue realizada en las instalaciones de ABcann Medicinals Incorporated, una empresa dedicada a la producción medicinal de cannabis, ubicada en Napanee, Ontario donde se dedican al cultivo de cannabis medicinal en interior. Cuentan con sala de madres, propagación de esquejes, vegetativo y flora con niveles conocidos y estables de Temperatura, Humedad, CO2 y PPFD (µmol/m2/s).
Bajo estas condiciones fueron cultivados clones de la variedad Wappa (Paradise Seeds), en tres ciclos separados, todos provenientes de la misma madre y en los mismos entornos de cultivo. La finalidad del estudio fue determinar prácticas eficientes en la irrigación de las plantas, determinando signos de estrés dependiendo de la frecuencia de riego. Dentro de los objetivos también estuvo poner a prueba la veracidad del lavado de raíces como práctica para eliminar “restos de fertilizantes” de las hojas y cogollos.
Dos semanas antes del corte se realizaron distintas metodologías para el lavado de raíces, para evaluar los efectos relativos de distintos tipos de lavado. Se realizaron 3 experimentos con 3 ciclos de cultivo separados, a los que se aplicaron los siguientes tratamientos:
–Control: Dos riegos iniciales de 10L en la primera semana y riego sin fertilizante hasta la cosecha (cada 2 a 3 días).
–Control: Sin riego de 10L y agua sin fertilizante hasta la cosecha (cada 2 a 3 dias)
–Estrés bajo (Riego cada 2 días) con agua sin fertilizante hasta la cosecha
–Estrés bajo (Riego cada 2 días) con agua con fertilizante hasta la cosecha
–Estrés moderado (Riego cada 3 días) con agua sin fertilizante hasta la cosecha
–Estrés moderado (Riego cada 3 días) con agua con fertilizante hasta la cosecha
Una vez realizada la cosecha, los cogollos y hojas fueron analizados con espectrometría para evaluar los cannabinoides, terpenos y composición de nutrientes en las hojas.
¡Ey! Si te interesa conocer el proceso de cultivo del experimento completo, lo encontras en el anexo al final de la nota.
Los resultados
El estudio de nutrientes presentes en las hojas y en los tallos (Nitrógeno, Azufre, Fósforo, Potasio, Magnesio y Calcio) fue realizado en las plantas que atravesaron las distintas variantes de lavado de raíces en 3 ciclos de cultivo distintos.
Figure 4.16 – Flower cycle 1 elemental analysis of bud after flushing
Figure 4.17 – Flower cycle 2 elemental analysis of bud after flushing.
Figure 4.18 – Flower cycle 3 elemental analysis of bud after flushing.
Los gráficos muestran resultados muy similares en las cantidades de nutrientes para las plantas que recibieron lavados de raíces disímiles. Los resultados demuestran que no hay una diferencia marcada o significativa en los porcentajes de los distintos nutrientes, sin importar la metodología de lavado de raíces aplicada.
Los resultados demuestran que no hay una diferencia marcada o significativa en los porcentajes de los distintos nutrientes, sin importar la metodología de lavado de raíces aplicada.
Resumen del Cultivo del estudio de RX GreenTech
RX GreenTech, una empresa que “ofrece productos respaldados por investigaciones para cultivadores comerciales de cannabis”, realizó un estudio sobre el lavado de raíces para determinar cuál es la influencia de distintos tiempos de lavado de raíces en el perfil químico, sabor, olor y características de combustión del cogollo.
Para llevar a cabo este estudio se utilizaron clones de Cherry Diesel cultivados en coco, nutridos con un fertilizante mineral de dos partes denominado Vege A&B y un bioestimulante llamado E-Plus. Para la flora se utilizó de base el Bloom A&B, junto con E-Plus y BULK (PK Booster). Con el motivo de analizar distintos intervalos de lavado de raíces se realizaron 4 periodos donde solo se aplicó agua: de 14 días, 10 días, 7 días y 0 días antes del corte. Cada periodo se analizó en 12 clones distintos distribuidos en distintas salas de floración. Si te interesa saber más sobre el proceso de cultivo de este experimento, hay más data en el anexo.
Una vez realizada la cosecha y el tiempo de secado y curado, se registró la cosecha de cada planta y fueron analizadas por espectrometría muestras de hojas y cogollos para analizar su composición química, porcentaje de cannabinoides y terpenos.
Para conocer las características de la combustión y el sabor de los cogollos se enviaron muestras a expertos locales de la industria del cannabis en una prueba ciega. Cada participante recibió una muestra por cada uno de los 4 ciclos de lavado, pero sin rotulado. Se le pidió a las personas participantes que analicen el sabor, cuánto raspaba al fumar y el color de la ceniza de cada muestra. También se realizaron extracciones de Wax de cada muestra para analizar el rendimiento y la apariencia.
Resultados en las hojas
Las diferencias visuales en las hojas entre los distintos tiempos de lavado de raíces es evidente en el día previo a la cosecha, como vemos en la imagen de abajo. Las plantas que fueron lavadas más temprano (10 a 14 días), tenían hojas más amarillentas, necróticas y secas que las plantas lavadas más tarde (7 y 0 días). El color de las hojas con lavado temprano de 14 a 10 días indican una mayor degradación de la clorofila en la planta. Las hojas cambian su color según el tipo de lavado, pero, ¿esto afecta la cantidad de nutrientes que fumamos o los sabores y olores que degustamos? Veremos.
Figura 1. Hojas satélite recolectadas el día previo a la cosecha. Los tiempos de lavado de raices mostrados son (a) 14 días, (b) 10 días, (c) 7 días y (d) 0 días antes del corte.
El peso de las flores y el contenido de THC y terpenos fue analizado para cada método de lavado de raíces. Los resultados muestran que no hubo diferencias significativas entre los distintos tratamientos en las variables de producción y contenido de THC y terpenos, como vemos en los gráficos de abajo. En general, los tiempos de lavado no afectaron el rinde, ni los niveles de THC o terpenos en la Cherry Diesel.
Presencia de minerales en las flores
Las muestras de flores tomadas el día previo a la cosecha fueron analizadas buscando los nutrientes esenciales para la planta. En líneas generales, no hubo un cambio significativo como resultado de los distintos tratamientos de lavado de raíces. En el cannabis lavado 14 días antes del corte, el nitrógeno fue 6.7% inferior en comparación al de 0 días previo al corte. Continuar fertilizando con nitrógeno puede incrementar su concentración en la planta, evitando la necesidad de usar sus reservas para funciones esenciales. Fósforo, potasio, calcio, magnesio y azufre fueron similares para los cuatro tratamientos de lavado de raíces.
Sí hubo cambios en las concentraciones de hierro debido al lavado de raíces. El hierro fue al menos 50 ppm mayor en las plantas lavadas de 14 a 10 días antes del corte. Se observaron pequeños cambios para el zinc, que fue aproximadamente 73 ppm mayor en flores de plantas lavadas 14 días antes del corte. La fluctuación del zinc no siguió un patrón consistente como el hierro. No hubo un cambio significativo en manganeso, boro, cobre y molibdeno.
Preferencia subjetiva
Se cataron flores curadas de la Cherry Diesel por un grupo de expertos de la industria para evaluar el sabor y características del humo en una prueba ciega, es decir, sin decir qué flores habían tenido cada tratamiento de lavado.
En líneas generales, el tipo de lavado de raíces no impactó en el sabor, carraspeo o color de la ceniza. Como indica el gráfico de abajo, la muestra con 7 días de lavado tuvo el mayor número de calificaciones “malas” (21.1%) y el de 0 días tuvo el mayor número de calificaciones “genial” (16.7%), el mayor nivel de satisfacción relevado por el estudio. La muestra de 10 días de lavado de raíces tuvo el mayor número de devoluciones “ok” (48.6%) y el de 0 días de lavado de raíces tuvo el mayor número de “bueno” (47.2%).
Las personas que hicieron la cata puntuaron el color de las cenizas y la calidad del humo de cada muestra. El color de las cenizas fue predominantemente negro o gris. La suavidad del humo mejoró a medida que bajó la frecuencia en el lavado de raíces, aunque no fue significativamente diferente, como se ve en el gráfico de abajo. 36% de quienes cataron calificaron al humo de 0 días de lavado de raíces como suave en comparación de 19.4% que calificaron al de 14 días de lavado de raíces como suave.
La muestra con lavado de raíces de 14 días antes del corte tuvo el mayor porcentaje de evaluaciones “ásperas” con 41.7% comparado a otras muestras.
Observaciones
Es importante destacar el carácter de cada estudio: el de Stemeroff es una tesis para un Master en una Universidad, tiene una finalidad académica y el lavado de raíces entra como parte de la pregunta sobre la utilización del agua en el cultivo de cannabis medicinal. Las condiciones de cultivo están extensamente detalladas y se apunta a comprobar si vale la pena incorporar esta metodología de cultivo frente al consumo de agua y los resultados obtenidos.
En el caso de RX GreenTech, investigaron el lavado de raíces para evaluar el desarrollo o no de un producto para lavar raíces. Además de los resultados estadísticos, se contempla la opinión de expertos en el ambiente del cannabis para evaluar el aspecto subjetivo de la experiencia de consumo en un esquema cualitativo.
Conclusiones
En dos estudios realizados en países distintos e investigados por diferentes personas, bajo distintos marcos —una tesis de máster por un lado y una empresa privada investigando por el otro— llegaron a conclusiones muy similares.
Los tres argumentos que sostienen la práctica del lavado de raíces son:
- Obtener flores de buen sabor y olor
- Reducir concentración de nutrientes en las hojas
- Mejorar la experiencia de consumo
Los 3 son analizados en estos estudios, incluso en el caso de RX GreenTech incorporan la experiencia de consumo por parte de personas afines a la industria, pudiendo sumar el componente subjetivo-cualitativo de la preferencia.
La conclusión en ambos es clara: lavar raíces no genera el efecto que pensamos en lo que olemos y saboreamos, tampoco mejora la experiencia de consumo. A la luz de estos descubrimientos, podemos afirmar doblemente que lo que está en las hojas es siempre lo mismo.
El medio es el lugar por el cual las plantas incorporan los nutrientes, sin embargo, una vez que ingresan a la planta son transformados y convertidos en estrictamente lo que necesita para sus propios procesos. Los depósitos energéticos de la planta no son como los nuestros, y mi opinión es que la planta ha sido objeto de un antropomorfismo, donde la práctica del lavado de raíces se asemeja mucho a una dieta milagrosa que lo arregla todo en 14 días y también cumple tus sueños.
Este antropomorfismo es algo que el marketing de la cannabicultura conoce bien y es desde donde nos habla: “hay que engordar las plantas”, “dale de comer”, “la dieta de tus nenas”. Las queremos, sin dudas y desde ese lugar, ¿quién podría pensar en no darles lo mejor?
Gracias a la posibilidad de estudiar, investigar y acceder a tecnología, hoy estamos en condiciones de afirmar que el lavado de raíces, como indican las investigaciones, no logra su cometido. En este momento de la historia, no hay evidencia que sustente la técnica de lavar raíces como práctica que elimina excesos de nutrientes o que mejora olores, sabores y experiencia de consumo. Ahora, la pregunta es para vos, ¿conviene mantener o desterrar esta práctica?
Efectos del lavado de raíces
Según un estudio publicado por el Conicet sobre la eliminación de nitratos y fosfatos en aguas lacustres “La contaminación de las aguas superficiales es un tema de constante preocupación que permanentemente necesita de esfuerzos para superarla, remediarla y controlarla.” Tomemos en consideración que la agricultura extensiva hace uso de nitratos y fosfatos como forma de aportar el Nitrógeno (N) y el Fósforo (P) del NPK recomendado para cualquier cultivo. En el caso de los campos donde se cultiva extensivamente, estos depósitos de nutrientes se ven arrastrados por las lluvias y la erosión.
En el lavado de raíces estamos realizando el mismo proceso pero en la escala de una maceta: un arrastre de sales del suelo por acción del agua. A dónde van a parar los nitratos y fosfatos puede ser un misterio para muchas personas, lo seguro es que no desaparecen, sino que “Este fenómeno está causando el deterioro del ambiente acuático además de serios problemas para la utilización de esas aguas, especialmente para procesos de potabilización”.
El lavado de raíces no solo falla en lograr su cometido inicial, sino que también puede contribuir a un problema aún mayor: la eutrofización de los suelos
El lavado de raices no solo falla en lograr su cometido inicial, sino que también puede contribuir a un problema aún mayor: la eutrofización de los suelos, que consiste en un incremento de sustancias nutritivas en aguas dulces de lagos y embalses, que provoca un exceso de fitoplancton. Lavar raíces en la escala del m2 donde les autocultivadores desarrollan sus plantas, todavía significa un aporte pequeño a este proceso de degradación. Sin embargo, la propuesta con la industria emergente del Cannabis Medicinal y el Cáñamo Industrial es llevar la siembra a superficies cultivables de cien, mil o decenas de miles de hectáreas; algo un poquito más grande que el m2.
Hoy Cannava tiene la autorización otorgada por el Ministerio de Salud de la Nación para escalar su área de cultivo a 35 hectáreas (350.000 m2). “Contando con 26.000 semillas en proceso de germinación” y la posibilidad de llegar a 350.000 plantas. Si cada una de esas plantas es regada con “dos litros de agua por cada litro del medio de cultivo y repitiendo la lixiviación con una solución suave de fertilizante con el pH corregido”, como sugiere Cervantes, los resultados del uso de todo este volumen de agua no tendrán ningún beneficio para la planta, pero será un aporte seguro a la eutrofización de las napas y cuerpos de agua cercanos.
En la responsabilidad, estamos a tiempo
Hoy el proyecto de ley de cannabis medicinal y cáñamo industrial tiene media sanción en la Cámara de senadores.
La escala de cultivo que manejamos todavía es pequeña, pero dentro de poco, quienes aprendieron a cultivar en el m2 tendrán la posibilidad de repetir sus prácticas en superficies mucho más grandes. En este punto, las consecuencias de los errores o las malas prácticas de cultivo por repetición de técnicas sin evidencia favorable, puede generar un impacto muy profundo en el suelo, el agua o la energía locales.
Sin un manejo integrado y consciente de los recursos necesarios para la producción de cannabis, corremos el riesgo de contribuir a una huella que tiene la firma del agronegocio, pero se presenta con metodologías altamente extractivistas disfrazadas de “buenas prácticas”.
ANEXO
El proceso de cultivo del estudio de J. Stemeroff desarrollado
La investigación fue realizada en las instalaciones de ABcann Medicinals Incorporated, una empresa dedicada a la producción medicinal de cannabis, ubicada en Napanee, Ontario donde se dedican al cultivo de cannabis medicinal en interior. Cuentan con sala de madres, propagación de esquejes, vegetativo y flora con niveles conocidos y estables de Temperatura, Humedad, CO2 y PPFD (µmol/m2 /s).
Madres
Todos las plantas utilizadas en el estudio comparten línea genética (cv. Wappa) fueron cultivadas en las mismas condiciones ambientales controladas por el sistema de control automático. Estaban en airpots de 12.5L y les lavaron las raíces los días 4 y 2 antes de tomar los clones.
Propagación
Los clones que se realizaron fueron de 13 mm con similares características morfológicas entre ellos. Todos recibieron una aplicación de enraizante y fueron colocados en un propagador de 28 celdas usando Pro-Mix PG Organic que fue humedecido previamente con una solución de Spurt 2-0-1 (extracto de kelp) en 5ml/L (el doble de lo recomendado).
Se mantuvieron por 14 días hasta que estuvieron listos para el transplante a vegetativo.
Vegetativo
Primero se trasplantó a macetas de 10.2cm de 1L con Pro Mix Organik Plus ya humedecido con agua de RO. El vegetativo fue realizado en su totalidad en una cuarto de cultivo controlado (similar a este) por 20 días. Cuando tuvieron una altura de 25 cm fueron trasplantados a la maceta final de 9.5L con Pro Mix Organik Plus y transferidas a una de los dos cuartos de cultivo.
Flora
El tiempo de floración total fue de 56 días para la Wappa. Se realizaron tres ciclos distintos de floración para este estudio. Reconociendo que en el tercer ciclo hubieron problemas técnicos causando mayores temperaturas, concentración de CO2 y menores niveles lumínicos en el último tercio del tercer ciclo de cultivo.
Después de los 56 días las plantas fueron cosechadas desde el tallo principal a 3 cm desde el suelo. En ese momento las plantas fueron pesadas y fotografiadas. Una vez que la biomasa fue medida, las plantas fueron transportadas a un cuarto de procesamiento donde con el mínimo contacto posible fueron retiradas las hojas más grandes y distantes de los cogollos y se prepararon para ser colgadas en racks de metal con la planta entera.
Secado y Curado
Para evitar la aparición de hongos el cuarto de secado se mantuvo a una temperatura de 18 ̊C y 45% de humedad relativa. Una vez seco el material fue almacenado en contenedores con humedad controlada al 62%. Utilizaron Boveda para controlar la humedad al 62% y esperaron 21 días antes de analizar las muestras para simular los tiempos de las prácticas habituales de curado y almacenamiento previo a la venta.
Lavado de raíces
Al final del ciclo de flora, dos semanas antes de la cosecha se evaluaron los efectos del lavado de raíces con agua pura al respecto de la relación entre el agua y la cantidad de nutrientes remanentes en los cogollos.
El lavado de raíces se realizó en las últimas dos semanas del cultivo cuando se reemplazó la solución nutriente por agua RO pura en el momento de los riegos. Una metodología adicional que también se tuvo en cuenta fue aplicar 10L adicionales de agua sin ningún fertilizante en dos ocasiones en la primera de las dos semanas de lavado de raíces previo al corte.
Para evaluar los efectos relativos de distintos tipos de irrigación/lavado entre las plantas bajo el marco del estudio, que también considera distintos tiempos de irrigación. Se realizaron 3 experimentos separados cada uno con el siguiente tratamiento:
- Control: Dos riegos iniciales de 10L en la primera semana (cada 2 a 3 días) y riego sin fertilizante hasta la cosecha.
- Control: Sin riego de 10L y agua sin fertilizante hasta la cosecha (cada 2 a 3 días)
- Estrés bajo (Riego cada 2 dias) con agua sin fertilizante hasta la cosecha
- Estrés bajo (Riego cada 2 dias) con agua con fertilizante hasta la cosecha
- Estrés moderado (Riego cada 3 dias) con agua sin fertilizante hasta la cosecha
- Estrés moderado (Riego cada 3 dias) con agua con fertilizante hasta la cosecha
El primer método de control es el que se usaba de forma estandarizada en el espacio de cultivo previamente.
Testeo de cannabinoides y terpenos
El testeo de cannabinoides y terpenos fue completado en RPC Labs (Fredericton, NB, Canada). Las muestras se recolectaron tomando la parte superior de la rama principal de cada cogollo para lograr paridad y consistencia en las muestras. Todas fueron enviadas con 21 dias de curado. Para estos tests se enviaron 10 g de flores de cannabis. 5 g para el análisis de cannabinoides y 5 g para el de terpenos. El testeo de cannabinoides fue realizado con un equipo de Cromatografía líquida de alta eficacia (HPLC) y el de terpenos usando Gas Chromatography – Mass Spectrometry (GC-MSD).
Testeo de tejido de la planta y composición de nutrientes
Se utilizaron metodologías similares a la extracción descrita en terpenos y cannabinoides. El testeo requirió 5 g de cannabis seco para el análisis. También se combinó con tejido de la planta seco y molido. Si te interesa ahondar más en los resultados, los encontras de la pagina 74 a 78 en este link
Discusión / Debate
Limpiar los nutrientes del medio de cultivo
A pesar de que la práctica de lavar raíces está establecida en la industria, no hay ninguna evidencia de literatura científica publicada que compruebe su efectividad en reducir la concentración de nutrientes dentro del cogollo o si siquiera esto sería algo deseable.
Luego de testear las concentraciones de nutrientes de cada tratamiento para los tres experimentos separados, se pudo concluir que no hubo diferencias significativas entre los niveles de nutrientes entre ningún tratamiento dentro de ningún experimento. Esto demuestra que el objetivo de reducir las cantidades de nutrientes dentro del cogollo no tuvieron el efecto deseado. También confirma que es posible regar a la planta sin fertilizante las últimas dos semanas sin notar cambios aparentes en producción de terpenos o cosecha final y reduciendo consumo de fertilizante.
El Cultivo del estudio de RX Green Technologies desarrollado
Traducción No Oficial por Cogordos
Resumen
- Rx Green Technologies evaluó los efectos de distintos tiempos de lavado de raíces sobre el perfil químico, el sabor y las características de fumado en la flor de Cannabis.
- Los períodos de lavado de raíces fueron 14, 10, 7 y 0 días antes del corte de la Cherry Diesel.
- No se detectaron diferencias entre los tratamientos de lavado de raíces en cosecha, potencia (% cannabinoides) y terpenos.
- El análisis del contenido mineral de las hojas indicó pequeños cambios en el contenido de hierro y zinc.
- Les catadores tendieron a preferir plantas lavadas el día 0 antes del corte.
Introducción
El sabor y las características de combustión del cannabis son dependientes de las características químicas de la flor. Estas pueden ser modificadas a través de la gestión del cultivo a lo largo del ciclo. Por este motivo, muchos cannabicultores implementan un periodo de lavado de raíces donde solo se aplica agua a las plantas en los últimos días o semanas previas a la cosecha. Aunque muches cultivadorxs manifiestan los beneficios del lavado de raíces, no se han realizado estudios científicos que validen esta práctica. Rx Green Technologies llevó adelante un estudio único en su tipo para determinar el efecto de distintos tiempos de lavado de raíces en el perfil químico, sabor y características de combustión de la flor de cannabis.
Materiales y métodos
La variedad Cherry Diesel (Cherry OG x Turbo Diesel) se cultivó en el laboratorio de I+D de Rx Green Technologies usando fertilizantes propios. Se utilizó “Clean Coco” como sustrato y se fertilizó con Grow A, Grow B y E-Plus durante el vegetativo y Bloom A, Bloom B, E-Plus y Bulk durante el ciclo de floración. El primer período de lavado de raíces comenzó 14 días antes de la cosecha. Los otros períodos de lavado de raíces fueron de 10, 7 y 0 días previos a la cosecha. Cada periodo de lavado de raíces fue testeado en 12 plantas Cherry Diesel distintas, divididas en cuatro grupos diferentes (réplicas) y distribuidas de forma pareja en las salas de floración.
Se recolectaron muestras de las hojas y flores de cada periodo el primer día del lavado de raíces y el día previo a la cosecha para cuantificar las concentraciones de distintos elementos esenciales en la planta. Después de la cosecha, las plantas fueron curadas antes de determinar el peso final de los cogollos manicurados y concentración de terpenos y cannabinoides presentes. Con la manicura fue realizado un wax donde se evaluó el % de THC, el rinde y apariencia.
Para determinar el sabor del humo y características, se entregaron muestras de cada periodo de lavado de raíces a distintos expertos de la industria del cannabis para una prueba ciega. Cada participante recibió una muestra de cada tiempo de lavado de raíces sin saber cual era cual. Fueron consultadas las preferencias de cada participante previo a catar. Después de catar se le pidió a cada participante que evaluará la muestra por sabor, carraspera y color de ceniza.
La información recopilada a lo largo del estudio fue analizada estadísticamente para determinar si los tiempos del lavado de raíces afectan las condiciones de fumado, el peso de las cosechas o las características químicas de la planta. El análisis estadístico nos permite cuantificar si la diferencia en los números se deben a las prácticas de cultivo o son resultados de las variaciones naturales observadas al cultivar plantas.
Resultados y discusión
Las diferencias visuales en las hojas entre los distintos tiempos de lavado de raíces es evidente en el día previo a la cosecha. Las plantas que fueron lavadas de 10a 14 días antes de la cosecha tenían hojas más amarillentas, necróticas y secas que las plantas lavadas por cero a siete días antes del corte. (Figura 1a-d). El color del período de 14 a 10 días indica una mayor degradación de la clorofila en la planta, llevando a menos verde.
Figura 1. Hojas satelite recolectadas de la Cherry Diesel el dia antes de la cosecha. Los tiempos de lavado de raices mostrados son (a) 14 Dias, (b) 10 Dias, (c) 7 Dias, (d) 0 Dias,
Rinde, THC y Terpenos
El peso de las flores y contenido de THC y terpenos fue analizado para cada periodo de lavado de raíces. La información fue analizada estadísticamente para determinar si las diferencias numéricas en la información eran respecto al tratamiento. En general no hubo diferencias significativas entre los distintos tratamientos en las variables de producción y contenido de THC y terpenos (Figura 2 a-c). El peso de la cosecha por planta fue de un promedio de 97.3g y el contenido de THC promedio fue de 21.9%. Los terpenos dominantes en la flor fueron Mirceno, Cariofileno y Terpineno dándole a las flores un olor terroso y especiado (Figura 2c). En general, los tiempos de lavado no afectaron el rinde, ni los niveles de THC o terpenos en la Cherry Diesel.
Figura 2. Rinde ( a ), THC ( b ) y contenido de terpenos ( c ) para la Cherry Diesel con lavado de raíces por 14, 10, 7 y 0 días antes de la cosecha. Diferencias significativas son indicadas en el nivel de 0.05 de probabilidad.
Contenido mineral de las flores en la cosecha
Las muestras de flores tomadas el día previo a la cosecha fueron analizadas buscando los nutrientes esenciales para la planta. En líneas generales no hubo un cambio mineral significativo como resultado de los distintos tratamientos de lavado de raíces (Figura 3). En el cannabis lavado por 14 días, el nitrógeno fue 6.7% inferior en comparación al de 0 días de lavado de raíces. Continuar fertilizando con nitrógeno puede incrementar la concentración del mismo en la planta, reduciendo la necesidad de usar sus reservas para funciones esenciales. Fósforo, potasio, calcio, magnesio y azufre fueron similares para los cuatro tratamientos de lavado de raíces (FIgura 3a-b).
Hubo cambios en las concentraciones de hierro debido al lavado de raices. Hierro fue al menos 50 ppm mayor en plantas lavadas 14 a 10 días antes del corte (Figura 3c). Se observaron pequeños cambios para el zinc también, que fue aproximadamente 73 ppm mayor en flores lavadas 14 días previo al corte. La fluctuación del zinc no siguió un patrón consistente como el hierro. No hubo un cambio significativo en manganeso, boro, cobre y molibdeno (Figura 3c). Nutrientes como el hierro y el zinc puede acumularse en el medio a lo largo del tiempo. Adicionalmente, zinc y hierro están involucrados en el proceso de romper la clorofila durante la senescencia.
La información recolectada de las distintas partes de la planta, ya sea de los nutrientes o las concentraciones de THC son naturalmente variables ya que solo se utilizan muestras chicas de la planta para el análisis. Esto puede explicar algunas de las variaciones vistas en la información presentada aca. En otros cultivares, existen rangos que indican si hay concentraciones deficientes o suficientes para el crecimiento. Todas las concentraciones de nutrientes detectadas en este estudio están dentro de los rangos generalmente aceptados. Hacia el final del ciclo de flora de la planta de cannabis, comienza naturalmente el proceso de senescencia. Cuando las plantas están cerca del fin de su ciclo de vida, incorporan menos nutrientes al re-movilizar los que están presentes en otras partes de la planta. Esto puede explicar por qué hubo tan poca diferencia en el contenido mineral de las flores que tuvieron distintos tiempos de lavado de raíces.
Figura 3. Contenido mineral en flores de cannabis lavadas por 14, 10, 7 o 0 días. ( a ) Cantidad de nitrógeno, fósforo y potasio en las flores de cannabis. ( b ) Cantidad de calcio, magnesio y azufre en las flores de cannabis.( c ) Cantidad de micronutrientes en las flores de cannabis.
Rinde en extracción
Manicura de la Cherry Diesel fue enviada a un extractor de cannabinoides para determinar el rinde y las características de cada muestra. Las plantas de cannabis lavado 14 (17.97%) o 10 días antes del corte (18.21%) tuvieron los mayores niveles de rinde comparado a 7 (16.39%) y 0 (16.17%) días. Sin embargo, fue la apariencia del wax de la muestra con 0 días de lavado de raíces la que se prefirió por sobre las demás muestras (Figura 4 a-d). El wax de la muestra de 0 días de lavado de raíces fue la más clara y la que tuvo menos cantidad de nucleación. Aunque incrementar los tiempos de lavado dio más rinde, el producto final de esos ciclos de lavado de raíces no fue el más deseado.
Figura 4. Wax extraido de la manicura de la Cherry Diesel lavada por (a) 14 días, (b) 10 días, (c ) 7 días y (d) 0 dias.
Sabor y características del humo de la flor
Se cataron flores curadas de la Cherry Diesel por un grupo de expertos de la industria para evaluar el sabor y características del humo en una prueba ciega. En líneas generales, la duración del tiempo de lavado de raíces no impactó en el sabor, carraspera o color de la ceniza (Figura 5a-d). La muestra con 7 días de lavado tuvo el mayor número de calificaciones “malas” (21.1%) y el de 0 días tuvo el mayor número de calificaciones “genial” (16.7%) (mayor nivel de satisfacción). La mayor parte de los panelistas evaluaron el sabor de todas las muestras entre “ok” y “bueno”. La muestra de 10 días de lavado de raíces tuvo el mayor número de devoluciones “ok” (48.6%) y el de 0 días de lavado de raíces previo al corte, tuvo el mayor número de “bueno” (47.2%) (Figura 4a).
El perfil de terpenos, testeado por un laboratorio de terceros, fue de terroso a especiado para todos los tratamientos de lavado de raíces. La mayor parte de los panelistas evaluaron las muestras como “terroso” o “dulce” (Figura 5b). Para los tratamientos de 10 y 7 días dulce fue el sabor predominante con un 38.9% de los panelistas y un 32% eligió “dulce” como el sabor dominante para el de 0 días de lavado de raíces. En la muestra de 14 días el sabor que se usó con mayor frecuencia para describir la muestra fue terroso con un 32.4%.
Les catadores puntuaron el color de las cenizas y la calidad del humo de cada muestra. El color de las cenizas fue predominantemente negro o gris (Figura 5c). La suavidad del humo mejoró a medida que bajó la frecuencia en el lavado de raíces, aunque no fue significativamente diferente (Figura 4d). 36% de les catadores calificaron al humo de 0 días de lavado de raíces como suave en comparación del 19.4% que calificaron al de 14 días de lavado de raíces como suave. La muestra de 14 días de lavado tuvo el mayor porcentaje de evaluaciones “ásperas” con 41.7% comparado a otras muestras. Se le preguntó a les catadores cuales eran sus preferencias previamente para determinar si eso influenciaba los resultados de las pruebas de sabor. Según el análisis estadístico las preferencias personales no afectaron los resultados de las pruebas de sabor.
Figura 5. Resultados de la prueba ciega de las flores de Cherry Diesel. (a) Evaluación del sabor en general como malo, ok, bueno y genial. (b) Evaluación del perfil de sabor como terroso, ácido, especiado y dulce. (c ) Color de la ceniza después de fumar la muestra evaluado como blanco, gris o negro. (d) Suavidad del humo al fumar evaluada como suave, medio y áspero.
Conclusión
En un estudio único en su tipo, Rx Green Technologies evaluó los efectos del lavado de raíces en rinde, potencia, terpenos, contenido mineral y características del sabor de la flor de cannabis. En líneas generales, los distintos tiempos de lavado previo al corte no impactaron en el rinde, potencia, terpenos o características de sabor de la flor de cannabis. Los resultados del sabor indicaron una tendencia hacia un mejor sabor y calidad de humo en el lavado por 0 días. Mientras que no hubo diferencias significativas en el contenido de nutrientes, había una tendencia hacia mayor nivel de hierro y zinc en las flores lavadas por 14 días. Los resultados de este estudio indican que no hay ningún beneficio en lavar raíces de la planta de cannabis para lograr un mejor sabor o experiencia de consumo de la flor.
Un comentario
Exelente artículo. Sería genial que más gente dedicará tiempo en leer estas cosas para poder realmente informarse y no dejarse llevar solo por prácticas viejas sin sentido. Un abrazo grande y mis más sinceros respetos.