Pensá en la información del envase de un medicamento en la farmacia, una botella de vino en el súper o un paquete de cigarrillos en el kiosco. Ahora imaginá que vienen sin ninguna etiqueta que identifique a la empresa fabricante, detalles de los componentes del producto, su dosis recomendada, posibles efectos secundarios o riesgos asociados. Imaginate que esta data, esencial para elegir de forma informada sobre nuestros consumos, de pronto desaparece. Nos olvidamos también de los controles de calidad y de saber quién está detrás del producto que vas a meter a tu cuerpo. Suena aterrador, ¿no?
Bien, esta es literalmente la realidad a la que se enfrentan diariamente las casi 300 millones de personas en todo el mundo que consumen sustancias psicoactivas ilegalizadas. Cientos de millones de personas despojadas de sus derechos como ciudadanas y como consumidoras, obligadas a recurrir a un mercado monopólico donde reinan la violencia y la adulteración. Y no son personas anónimas: entre esos millones están nuestrxs conocidxs, compañerxs de trabajo, amigxs, familiares.
En este contexto, los mercados de drogas ilegalizadas son de los que más rentabilidad y crecimiento generan a pesar de —o gracias a— su prohibición. La necesidad de implementar estrategias de reducción de daños como el análisis de sustancias se hace cada vez más evidente, no sólo como una herramienta de prevención, sino como un imperativo ético para promover la salud pública.
Hoy, en el Día Internacional del Análisis de Drogas, celebrado desde el 31 de marzo de 2017, te invitamos a conocer los hallazgos y datos más relevantes que surgen del trabajo pionero de organizaciones de reducción de daños que analizan drogas en Argentina, Brasil, Chile, Colombia y México.
¿Para qué sirven y cómo funcionan los análisis de drogas?
Los análisis o testeos de sustancias son un servicio de reducción de daños que ayuda a las personas a tomar decisiones más informadas sobre las drogas que van a utilizar. Pueden realizarse tanto en eventos o locales específicos, como en laboratorios o incluso en la comodidad del hogar, dependiendo de las leyes locales y las realidades de cada comunidad.
Cuando se realizan in situ, los análisis suelen iniciar con la recolección de muestras que entregan voluntaria y anónimamente lxs usuarixs. Luego, el equipo de reducción de daños registra los datos de la muestra para elaborar estadísticas y se procede al análisis en sí, que se realiza mediante técnicas como la colorimetría o la cromatografía. Estas pruebas permiten determinar si una muestra contiene o no la sustancia esperada e incluso —según la complejidad del método utilizado— pueden detectar otras sustancias que la persona usuaria no esperaba encontrar en lo que iba a consumir.
Finalmente, el proceso de análisis sigue con la interpretación y comunicación de resultados a la persona usuaria, momento donde también se brinda información y asesoramiento. La conversación da una oportunidad única para tender puentes con el sistema de salud pública, reforzando así las redes de acompañamiento para quienes lo necesiten.
¿Qué realidades muestran los análisis en América Latina?
En la región, no solo enfrentamos los riesgos de la adulteración de las drogas tradicionales sino también la proliferación de preparados como el tusi, el famoso polvo rosa que se obtiene de mezclar sustancias muchas veces desconocidas y potencialmente peligrosas de combinar. Además, los medios latinoamericanos agitan cada vez más el fantasma de la llegada —aún no probada— del fentanilo, el opiáceo al que se le atribuyen cientos de miles de muertes cada año en Estados Unidos y Canadá.
- Brasil
Desde Revista Mate nos comunicamos con Thainá Lira, farmacéutica, reductora de daños y miembro del colectivo Balanceará, del Centro de Convivencia É de Lei, la Articulación Nacional de Colectivos para la Reducción de Daños en Eventos y la Asociación Brasileña de Psicodélicos.
Thainá compartió que en Brasil, la tarea de analizar sustancias psicoactivas recae principalmente en colectivos y proyectos de reducción de daños, especialmente en ámbitos de fiestas. “En 2019, se mapearon 42 grupos en diversas regiones del país, con 23 de ellos reportando haber realizado análisis de sustancias”, nos detalló, señalando a Balanceará y Projeto ResPire entre los colectivos activos en este servicio.
La gama de sustancias sometidas a análisis es amplia, incluyendo MDXX—análogos indeterminados de MDMA—, LSD, DMT, hongos, cocaína, ketamina, así como varios análogos y adulterantes. Estos análisis fueron realizados a través de técnicas colorimétricas y utilizando reactivos nacionales como Marquis, Mecke, y Simon. Thainá también destacó la reciente implementación de cromatografía en capa fina (TLC) en algunos eventos entre 2019 y 2022, lo cual representa un avance significativo en términos de la profundidad de la información que se obtiene en comparación a los análisis colorimétricos.
“El análisis de sustancias se fortalece con el intercambio de información entre las regiones, sirviendo como una herramienta de seguimiento del mercado ilícito y proporcionando orientación sobre el consumo“, afirmó. Este enfoque integral ayuda a establecer un primer contacto con lxs usuarixs en las fiestas, pero también les permite entender mejor las dinámicas del mercado ilegalizado.
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Chile
Para conocer detalles y resultados de los análisis en Chile, nos pusimos en contacto con Camilo Obregón, químico y fundador de la Fundación Reduciendo Daño. Reduciendo Daño es una organización sin fines de lucro chilena dedicada a brindar herramientas para reducir daños en el uso de sustancias psicoactivas, siendo la más destacada los reactivos colorimétricos.
“Solo en 2023, realizamos alrededor de 1.500 análisis, y de los 600 registrados, un 68% fueron de MDMA, con una positividad del 75% para la presencia de éxtasis”, detalló Camilo.
“Desde 2019, hemos ofrecido nuestro servicio de análisis de drogas en diversas fiestas a lo largo de Chile”, explicó Obregón. En este período, el MDMA, particularmente en forma de comprimidos (éxtasis), emergió como la sustancia más analizada. “Solo en 2023, realizamos alrededor de 1.500 análisis, y de los 600 registrados, un 68% fueron de MDMA, con una positividad del 75% para la presencia de éxtasis“, detalló Camilo. Además del MDMA, la cocaína, ketamina y el tusi se contaron entre las sustancias más examinadas, con el tusi generando particular preocupación por la dificultad de precisar su composición.
La colorimetría se mantuvo como el principal método de análisis, complementada por la cromatografía en capa fina (TLC) para detectar mezclas complejas de sustancias. “La logística para implementar la TLC es desafiante, pero representa una gran solución al problema de las mezclas como el tusi”, señaló Obregón. “Los adulterantes más comunes que encontramos incluyen anfetaminas en el MDMA, Levamisol en la cocaína, y en menor medida, catinonas en el MDMA y el tusi”, concluyó, subrayando la importancia de estos análisis para la salud y seguridad de la comunidad. Recientemente, también han empezado a implementarse análisis para la búsqueda de fentanilo mediante tiras reactivas.
Respecto a la situación legal de los análisis de drogas en Chile, como explica Obregón, “no tenemos ninguna garantía por parte del Estado para hacer lo que hacemos, pero tampoco está explícitamente prohibido”. La ingeniosa solución chilena se basa en un protocolo donde los usuarios mismos preparan sus muestras para análisis, manteniendo a los equipos de reducción de daños al margen de la posesión directa de sustancias y evitando cualquier implicación legal.
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Colombia
Colombia es, sin lugar a dudas, el país latinoamericado donde más se avanzó en el análisis de sustancias. Allí, el trabajo del proyecto Échele Cabeza de la Corporación Acción Técnica Social (ATS), logró un piso de organización y legitimidad de los análisis de drogas que son un faro a seguir para organizaciones de reducción de daños de todo el mundo.
Consultada respecto al informe del 2023 Vannesa Morris, coordinadora de Échele Cabeza, destacó el impacto positivo del Servicio de Análisis de Sustancias (SAS). Durante los 13 años de intervenciones y esfuerzos continuos, analizaron 36.355 muestras, brindando asesoramiento personalizado a más de 92.899 usuarixs y llegando a más de 600.000 personas a través de plataformas digitales.
En el informe, señalan también el notable incremento en la presencia de cafeína, catinonas y benzodiacepinas en el cóctel tusi, complicando aún más el panorama de riesgos asociados a la mezcla de sustancias, especialmente cuando se combina con alcohol. Las detecciones tempranas y las intervenciones educativas de Échele Cabeza lograron prevenir 2.961 casos de intoxicaciones graves o muertes.
Otro dato relevante surge del perfil demográfico de los usuarixs, que refleja un cambio hacia un público más joven adulto (entre los 25 y 36 años), desmintiendo estigmas y mostrando la diversidad de personas que buscan consumir sustancias de manera informada y segura.
Julián Quintero, director de ATS, nos comentó sobre la situación legal de los análisis en Colombia, donde “el estado legal de los análisis… no está reglamentado”, pero la operación se sostiene bajo ciertas condiciones legales que permiten cierta flexibilidad. Colombia permite el porte y consumo en dosis mínima y, a través de permisos específicos del Fondo Nacional de Estupefacientes y la policía, se facilita la posesión de ciertos químicos para análisis.
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México
Viajando ahora hacia el centro del continente, nos comunicamos con Zara Snapp, co-fundadora y directora del Instituto RIA, quien nos compartió información sobre Checa tu Sustancia, un innovador servicio de salud comunitaria en la Ciudad de México diseñado por y para personas que usan drogas.
Este servicio realizó numerosas intervenciones en espacios de fiesta, analizando sustancias como MDMA, LSD, tusi, cocaína y ketamina, comunes en estos ambientes. “Aunque alcohol, nicotina y cannabis siguen siendo las sustancias más usadas, a menudo en combinación, nuestro foco está en las sintéticas, ofreciendo análisis por colorimetría y consejería personalizada para minimizar riesgos”, explicó Snapp.
“Hemos encontrado desde metanfetamina en muestras esperadas de MDMA, hasta mezclas inesperadas en la cocaína como levamisol, cafeína o lidocaína”, comentó Snapp.
“Hemos encontrado desde metanfetamina en muestras esperadas de MDMA, hasta mezclas inesperadas en la cocaína como levamisol, cafeína o lidocaína”, comentó Snapp. La detección de sustancias desconocidas o completamente diferentes a las adquiridas, como tusi o 2-CB en lugar de MDMA, llevó a recomendaciones claras de no consumo por los efectos impredecibles o la imposibilidad de aconsejar dosis seguras. “Con esta información, las personas deciden si usar la sustancia y el modo de hacerlo“, subrayó.
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Argentina
En nuestro país, analizar sustancias ilegalizadas siempre fue una tarea compleja y arriesgada. Pero al recordar que en 2022 murieron más de 20 personas a causa de la adulteración de cocaína con carfentanilo, hacer de los análisis una política pública de salud aparece como una necesidad urgente que los gobiernos no encaran.
Las primeras experiencias de análisis de drogas en Argentina se realizaron en el año 2000 en fiestas electrónicas de Rosario. Fueron llevados a cabo por el CEADS y ARDA, bajo la guía de la Dra. Silvia Inchaurraga y utilizando reactivos colorimétricos. Hoy, más de dos décadas después, los análisis siguen realizándose en las mismas condiciones de clandestinidad, ya que algunos de los compuestos que se utilizan para producir los reactivos colorimétricos son regulados por la misma ley 23.737 que penaliza duramente la tenencia de sustancias prohibidas. Sin embargo, organizaciones como PAF y ARDA persisten en su esfuerzo por ofrecer servicios de análisis y reducción de daños en la vida nocturna argentina.
La socióloga Carolina Ahumada de Asociación Civil Intercambios y PAF, detalló que en 2023 realizaron el testeo de 136 muestras en 11 intervenciones en la Ciudad de Buenos Aires. “Desde agosto, establecimos una localía de testeo en las fiestas Fa Got, ampliando nuestra comprensión de las tendencias de consumo”, explicó Ahumada. En sus intervenciones encontraron pastillas de éxtasis con resultados dudosos y MDMA en polvo mezclado con catinonas y anfetaminas, información que se utilizó para guiar acciones preventivas.
“Nuestros esfuerzos se ven obstaculizados por la ley 23.737, que limita nuestra capacidad para proteger a lxs usuarixs de sustancias ilegalizadas”, dijo Nicolás Tentoni.
Por su parte, el doctor Nicolás Tentoni de ARDA compartió que durante el año pasado efectuaron 439 pruebas en 29 fiestas de música electrónica. “El 95.4% de las muestras dio positivo para MDMA”, indicó Tentoni. Sin embargo, manifestó preocupación por el aumento de catinonas sintéticas como adulterantes, una tendencia en ascenso que complica las intervenciones de reducción de daños debido a la diversidad y los desconocidos efectos de estas sustancias. “Nuestros esfuerzos se ven obstaculizados por la ley 23.737, que limita nuestra capacidad para proteger a lxs usuarixs de sustancias ilegalizadas”, afirmó, abogando por una reforma legal que permita realizar estos análisis de forma segura y abierta.
La desigualdad entre el Sur y el Norte global
El contraste entre las realidades de América Latina y las de países desarrollados en cuanto al análisis de sustancias psicoactivas revela marcadas disparidades. En Europa, la iniciativa de la Red Trans Europea de Información sobre Drogas (TEDI, por sus siglas en inglés) brilla como ejemplo un enfoque más avanzado y coordinado hacia los análisis de drogas, con un intercambio de datos a nivel continental que permite una respuesta ágil y basada en evidencia para dar respuesta a las tendencias emergentes en los mercados de sustancias.
En Estados Unidos, organizaciones como DanceSafe proveen servicios de análisis de drogas en eventos y fiestas, utilizando técnicas como la colorimetría y la cromatografía para brindar a usuarixs información detallada sobre la composición de las sustancias que planean consumir
En nuestra América Latina, a pesar de los esfuerzos de las organizaciones, los análisis de sustancias a menudo se realizan en condiciones de mayor clandestinidad y con recursos más limitados, enfrentando desafíos legales y culturales que obstaculizan la expansión y el desarrollo de servicios comparables a los de los países del hemisferio norte.
Desafiar al prohibicionismo para un futuro con reducción de daños
Durante la reciente 67ª sesión de la Comisión de Narcóticos de la ONU, se reafirmó el valor y el potencial de la reducción de daños, destacando su rol fundamental para la salud pública. Este reconocimiento pone de manifiesto la urgencia de adoptar nuevas estrategias que permitan intervenir pragmáticamente sobre los enormes daños generados por las políticas prohibicionistas y de guerra contra las drogas.
En el Día Internacional del Análisis de Drogas, llamamos a usuarixs, organizaciones, activistas, dirigentxs políticxs y entidades gubernamentales a hacer propia esta lucha y coordinar esfuerzos para ampliar y facilitar el acceso a servicios de análisis de drogas. Llegó el momento de actuar con decisión e implementar políticas novedosas, justas, basadas en la ciencia y el respeto por los derechos humanos, que prevengan desgracias evitables y aporten al bienestar de nuestras comunidades.