Guillermo Ramírez (38) murió en custodia policial la noche del 27 de febrero en circunstancias que todavía están siendo investigadas. Fue en un traslado desde Villa Libertador San Martín hacia Diamante.
Ocurrió solo unos días luego de que se cumpliera un año del fallecimiento de Ariel Goyeneche durante una intervención policial. Un video que circuló entonces mostraba a dos policías apoyando su peso sobre él y la autopsia señaló la asfixia mecánica por compresión como causa de muerte.
Según el informe de la autopsia preliminar que realizaron tres médicos forenses sobre el cuerpo de Ramírez, la causa de la muerte también fue asfixia. Además, el hombre presentaba múltiples traumatismos, dos costillas quebradas y hematomas en el cuello.
Qué pasó
Todo inició con un llamado al 911 por “exhibicionismo”, es decir, mostrar los genitales sin consentimiento de terceros. Aunque todavía no hay ninguna prueba de esto y los familiares dicen que Ramírez estaba con el torso desnudo por el calor de esos días.
La Policía de Entre Ríos llegó alrededor de las 20:30 a la plaza 25 de mayo de Villa Libertador San Martín (Departamento de Diamante, Entre Ríos) y Ramírez fue llevado por la fuerza en un patrullero hacia la Comisaría local.
Según lo registrado por las cámaras de la dependencia, Guillermo no bajó del vehículo. La jefa de la comisaría, Fernanda Tóffoli, se comunicó en ese momento con la fiscalía para notificar la detención y que un policía había resultado lesionado. Tóffoli informó que Ramírez se encontraba exaltado y recibió la orden de llevarlo a un médico.
Pero esto no sucedió, aunque a tres cuadras de la comisaría está el Sanatorio Adventista del Plata. En cambio, el patrullero se dirigió a la Jefatura Departamental de Diamante, a 19 kilómetros de ahí. “Una forma de proceder que no es correcta. Si vos tenés una persona con una crisis o una situación de salud, tenés que llevarlo a un médico”, dijo a Revista MATE Nelson Schlotahuer, abogado querellante por la familia de Ramírez.
10 minutos después, cuando el patrullero llegó a la Jefatura, Ramírez ya no se encontraba con vida. En las cámaras, se ve su cuerpo inerte siendo ingresado a la rastra, claramente inconsciente y aún esposado. Cuatro minutos después llegó al hospital San José llevado por la policía, donde el médico de guardia constató que ya no presentaba signos vitales.
“No caben dudas de que estamos ante un hecho de violencia institucional”, declaró Nelson Schlotahuer en diálogo con MATE.
La hermana del fallecido, Betiana Ramírez, habló con FM Estación Plus de Crespo: “Mi hermano no tenía arma, no presentaba un riesgo para terceros, como para que le pegaran así. Aún si mi hermano hubiese estado en crisis, tenemos entendido que en Entre Ríos existe un Protocolo de Actuación Policial”, afirmó aludiendo al protocolo que el gobierno provincial creó luego de la muerte de Ariel Goyeneche a manos de la policía.
El protocolo establece que se debe llamar al número de “Orientación y Apoyo en la Urgencia de Salud Mental” (0800-777-2100) para recibir asesoramiento para la intervención en crisis de salud mental “promoviendo que las prácticas se realicen en un marco respetuoso de los derechos humanos, que resguarde la integridad física y emocional”.
El protocolo dice que en caso de crisis sin conductas violentas, se debe llamar primero a emergencias (107), luego al número de “Orientación y Apoyo en la Urgencia de Salud Mental”, después al comando policial y finalmente al fiscal de turno. En cambio, si se identifican signos de escalada hacia una conducta violenta la secuencia de comunicaciones tiene como primera acción el llamado al Comando y seguidamente al 107, 0800 y finalmente fiscalía.
Las comunicaciones no se dieron así. El llamado inicial fue a fiscalía, cuando Ramírez estaba en la comisaría. El sistema de salud intervino cuando ya no tenía signos vitales. “Veían que estaba mal, pero nunca trataron de llevarlo al Sanatorio, que está ahí a un par de cuadras”, dijo su hermana.
El informe preliminar de la autopsia señala “evidencia de asfixia mecánica, múltiples lesiones, escoriativas, contusas, equimóticas, en cabeza, rostro, tórax, miembros superiores, miembros inferiores, fractura de dos costillas e infiltrados hemorrágicos”. Signos compatibles con una golpiza.
“Tenía hematomas en el cuello y los pulmones llenos de sangre, sin nada de oxígeno, a la hora de la autopsia”, indicó el abogado sobre el contenido del informe preliminar. No obstante, recordó, aún falta que se conozca el informe definitivo, que dará precisiones sobre la mecánica de la muerte.
Según el relato policial, Ramírez se habría resistido al arresto y hubo un forcejeo con los efectivos cuando intentaron subirlo al móvil. “Lo tiraron atrás de la camioneta. Se fueron a la Comisaría, para después ir a Diamante”, contó su hermana, que también reclamó: “Ya estaba muerto y seguía esposado”.
Según supo Revista MATE, el Comité Provincial de Prevención de la Tortura está acompañando a la familia y en contacto con la Fiscalía, aunque sin poder realizar una intervención concreta por las precarias condiciones en las que se encuentra el mecanismo local, sin poder ejecutar el presupuesto que le fue asignado.
“Todo ser humano merece que se lo trate dignamente, y si estaba en una crisis de salud mental o de consumo, que todavía no lo sabemos, hay un protocolo para eso y claramente no se cumplió“, señaló el letrado.
La acusación
La fiscal diamantina Romina Blasich investiga la actuación de los policías Rubén Darío Ricle, Jonathan Exequiel Vera, Fernanda María Eugenia Toffoli y Mariana Vanina Cepeda. Están imputados por “tortura seguida de muerte”, una calificación que tiene penas de reclusión perpetua, pero todavía falta individualizarse el accionar de cada uno.
Por ahora, deberán cumplir 15 días de prisión preventiva domiciliaria, hasta el viernes 14 de marzo. “Desde la Fiscalía, solicitaremos una ampliación de ese plazo a 90 días, a través de una audiencia”, contó Blasich a El Once.
La pesquisa está a cargo de la Prefectura Naval y la Gendarmería, evitando la intervención de la Policía de Entre Ríos, que tiene a sus funcionarios investigados. La fiscal comentó que ya cuentan con filmaciones de cámaras de seguridad, dispuso el secuestro de los teléfonos celulares de los policías imputados y el peritaje del móvil policial que condujeron.
“Esta causa, en principio, tiene más de 40 testigos de Libertador San Martín y de Diamante. Son muchos testimonios que nos permitirán recabar información y evidencias”, sostuvo Blasich.
La fiscal, la querella y la familia aguardan el informe final de la autopsia para conocer con precisión la causa de muerte y el resultado de las pericias toxicológicas.