En Latinoamérica, al igual que en una buena parte del mundo, el activismo cannábico y todos los espacios que rodean a esta noble y perseguida planta, no están exentos de reproducir actitudes, estereotipos y prejuicios machistas. Cultivadoras que sufren mansplaining por parte de sus compañeros varones, usuarias que son estigmatizadas y, claro que si son madres el estigma se duplica. Una publicidad obsoleta que usa la misma fórmula que funciona para vender cualquier cosa: la cosificación del cuerpo femenino.
Para abordar estas situaciones de manera colectiva y organizada, desde la Comisión de Géneros y Diversidades del Frente de Organizaciones Cannábicas Argentinas, presentaron un protocolo que fue debatido, votado y aprobado por unanimidad en Asamblea. Dialogamos con la Coordinadora de esta Comisión e integrante de Mujeres y Cannabis (MyCa), quien además participó de la redacción del Protocolo de actuación y erradicación de las violencias de género y discriminación, Gabriela Amadeo.
Sobre la semilla revolucionaria de la que brotó la herramienta Gabriela nos cuenta que “surge cuando, primeramente entre compañeras de diferentes espacios de militancia tanto feminista como cannábica, empezamos a compartir información sobre algunas situaciones que nos estaban ocurriendo a la mayoría, entendiendo que había cuestiones que se repetían en diferentes organizaciones. Comenzamos a ver como una urgencia la necesidad de abordar la problemática que se nos presentaba, que está vinculada a la discriminación y los diferentes tipos de violencia de géneros y diversidad”.
La Coordinadora de la Comisión de Géneros y Diversidades del FOCA explica que desde los espacios de construcción feminista y disidente “entendemos que son temas complejos, que atraviesan y afectan a la sociedad en su conjunto y que efectivamente se trasladan a las agrupaciones, como al movimiento cannábico en general. La problemática de violencia machista y patriarcal es además, un fenómeno propio del sistema capitalista y prohibicionista”.
Y continúa profundizando en que “comprendimos que algunas de la formas que teníamos para abordar ese problema y lograr además que haya un impacto, no solamente en el Frente entero, sino hacia la comunidad cannábica en su conjunto, era tener una herramienta concreta que nos ayude a establecer algunas cuestiones a abordar y algunas posibles líneas de acción, específicamente para las situaciones de discriminación y de violencias de género y diversidad, además de brindar una alternativa para que los espacios puedan abordarlas”.
EL PROCESO DE CREACIÓN
Sobre su creación, Gabriela contó que “algunas compañeras tomaron la responsabilidad de sentarse a estudiar diferentes protocolos que nos podían servir de referencia y de marco para crear el propio. Armamos una propuesta y la compartimos a la Comisión de géneros y diversidad del FOCA. Luego se dio un espacio para que las demás compañeras puedan hacer sus aportes y luego hubo un laburo de articulación, de compartir ideas e inquietudes que se convirtieron en propuestas para el documento. Lo trabajamos más en detalle y se fue perfeccionando hasta que enviamos una primera propuesta a todas las organizaciones del Frente. Luego hubo un primer debate en asamblea, con eso se incorporaron otras correcciones hasta llegar a la versión final”. Además, especificó que junto a Gisela Moreira, integrante de Psiconautas Argentina, Mujeres y Cannabis en Argentina y FOCA, se encargaron de la redacción del primer boceto del documento.
Como en muchos espacios de construcción política, el movimiento feminista suele generar resistencias en muchos varones cultivadores que niegan el machismo existente en el activismo cannabico. Consultada sobre el consenso en asamblea al momento de discutirlo, Gabriela afirma que “cuando se llevó el Protocolo a la Asamblea, hubo un buen intercambio en el que se sumaron aportes, pero de fondo hubo un consenso general de la urgencia y necesidad de la herramienta. Además se depositó una confianza colectiva en la Comisión de Géneros y Diversidad, en que avancemos con este laburo”.
¿A QUIÉNES IMPACTA?
Algo importante es que el ámbito de aplicación del protocolo va más allá del FOCA. Gabi asegura que “esperamos y establecimos en el documento, que si bien el marco de acción o el ámbito de aplicación serían tanto las organizaciones cannábicas como el frente en sí, esperamos que esto tenga un impacto hacia todas las organizaciones cannábicas sociales y por qué no, ser un poco ambiciosas y esperar que esto también impacte en la sociedad, porque cuando las organizaciones sociales construimos cuestiones vinculadas a libertades y derechos, el impacto es diferente si se aborda desde una perspectiva feminista y de respeto por la diversidad”.
Contempla que compañeres de los espacios, como así también cualquier persona ajena a los espacios del Frente, puedan contactarse con el Comité del FOCA, que está creado a los efectos, tanto de las consultas como de la aplicación misma del protocolo y la realización de denuncias, entre otras líneas de acción.
En resumen: la herramienta contempla a cualquier persona o espacio que esté vinculado con esta situaciones y no pudiera ser acompañado o representado, o no se pudiera colaborar en conjunto desde el FOCA. Inevitablemente termina impactando más allá, porque si hay organizaciones o personas que están denunciadas, entonces el Frente va a adoptar también la postura de no vincularse. Contempla además que compañeres de los espacios, como así también cualquier persona ajena a los espacios del Frente, puedan contactarse con el Comité del FOCA, que está creado a los efectos, tanto de las consultas como de la aplicación misma del protocolo y la realización de denuncias, entre otras líneas de acción.
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LA ESTRATEGIA
La integrante de MyCa expresa que la estrategia tiene varias patas: “una importante es la prevención y otra importante es la activación del protocolo, seguida de la ejecución de las líneas de acción para el abordaje puntual de las situaciones. Sin dudas las líneas de acción y las estrategias concretas nos sirven para abordar cualquier situación puntual, sin embargo entendemos que la prevención hace que el trabajo sea más profundo y tenga otro tipo de impactos. En este sentido luego va a ser fundamental, no solamente incorporar y transmitir esta herramienta, sino además de pensar actividades para profundizar el abordaje de la temáticas, lo cual nos parece muy necesario y el laburo más enriquecedor si se quiere”.
“El Comité creado para el protocolo trabaja conjuntamente con la Comisión de Géneros y Diversidad del Foca. La herramienta contempla un trabajo articulado con cada una de las organizaciones y les compañeres, para avanzar tanto en las actividades de prevención, como así también estar atentas a cualquier situación que se pudiera presentar que involucre al Comité, para pensar cualquier otra actividad, herramienta o apoyo, que sostengan la efectividad del protocolo y su respeto”.
LO PERSONAL ES POLÍTICO
“El protocolo establece y muestra un posicionamiento político del Frente de las Organizaciones y compañeres que forman parte de los espacios, porque no solamente implica identificar las diferentes violencias, sino también entenderlas como una problemática que afecta a todes les que formamos parte de las organizaciones y a la sociedad en su conjunto. También implica entender que como organizaciones sociales en lucha por la ampliación de derechos y libertades, no podemos permitir que el FOCA esté ajeno a esto y no lo aborde desde sus espacios”, analizó la coordinadora de la Comisión de Géneros y Diversidad sobre lo que significa simbólicamente esta herramienta.
“El espacio es para todes, porque si a las compañeras se las violenta, en realidad no se está garantizando realmente el lugar para esas compañera”.
Y profundizó en que “hacia adentro establece de manera firme que estas situaciones no se van a pasar por alto bajo ninguna circunstancia. A través de esta herramienta vamos a poder trabajar fuertemente para generar otras condiciones para que no solamente todes podamos sentirnos segures, sino también para que sepamos que hay herramientas a mano para laburar cualquier situación violenta o discriminatoria que se presente. El espacio es para todes, porque si a las compañeras se las violenta, en realidad no se está garantizando realmente el lugar para esas compañeras.
En relación al avance que significa la herramienta en el contexto nacional y regional en materia de políticas de drogas, la compañera cerró la entrevista reflexionando que “para cualquier lucha que se de, es fundamental que estos espacios se muestren como realmente representativos, amplios, respetuosos y fuertes. Como espacios políticos que cuestionen todas las problemáticas sociales que tenemos que contemplar para nuestras prácticas. En ese sentido nos va a encontrar mucho mejor parades, para la pelea y el debate que tengamos en el sentido de construir políticas de drogas respetuosas de los Derechos Humanos con perspectiva de género y respeto de las diversidades. Me parece que acá la cuestión fundamental es que las políticas de drogas, a nivel nacional como en la región, carecen por completo de una perspectiva de derechos humanos, géneros y diversidad, en ese sentido la lucha tiene que ser desde espacios que realmente cuestionen ese modelo y ese sistema, y para eso necesitamos que lo que construyamos sea con dinámicas diferentes. Creo que sin duda fortalece a nuestra lucha nuestros espacios y a cada uno de nuestros compañeros, para dar la lucha a nivel nacional y en donde sea, para cambiar este contexto tan nefasto que nos afecta a todes”.
“De manera particular a mujeres y diversidades, que ya de por sí se encuentran en situaciones de alta vulnerabilidad y eso se incrementa en estos contextos. Dentro del activismo nacional ha sido bastante compleja, han habido avances, pero realmente entendemos que ante las necesidades, esos avances han sido insuficientes y creo que en este sentido y gracias al avance del feminismo, sin dudas se verán fortalecides les compañeres. Además las posibles intervenciones y políticas que generemos, se van a ver beneficiados por estas construcciones feministas respetuosas, participativas y amplias, de mayor fuerza y representatividad. Porque si queremos construir otra legislación, otra política de drogas y un activismo que realmente represente y contemple las necesidades de todes, entendemos que este es el camino para lograrlo. Esperamos que sume a la lucha tan potente que estamos dando con tanto esfuerzo y valentía”, concluyó.